Nueva York, NY.- El congresista estadounidense Adriano Espaillat y un grupo de activistas denunciaron este lunes en Nueva York como un acto de “intimidación” que agentes de Seguridad Nacional estacionaran frente a una escuela en una comunidad con gran presencia inmigrante, en violación de sus propias políticas.
Espaillat recordó que las autoridades federales han establecido evitar sus acciones en lugares delicados como hospitales, escuelas, funerarias e iglesias, y anunció que someterá a votación un proyecto en el Congreso para que dicha política sea un mandato por ley.
Aseguró que es “preocupante” lo ocurrido el pasado jueves frente a una escuela elemental en la comunidad del Alto Manhattan, justo en la misma semana que se supo que agentes de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) habían espiado en esa comunidad una vigilia contra supremacistas blancos en julio de 2018.
Asimismo, dijo haber conversado con la presidenta de la Cámara de Representantes federal, Nancy Pelosi, y el presidente del Comité de lo Judicial, el congresista neoyorquino Jerry Nadler, para realizar audiencias públicas de evaluación a las prácticas de las agencias de Seguridad Nacional.
El jueves, dos camionetas de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), del Departamento de Seguridad Nacional, estaban estacionadas frente a la escuela Castle Bridge, donde la mayoría de los estudiantes son hijos de inmigrantes, poco antes de finalizar las clases.
Una camioneta estaba sobre la acera, muy cerca del portón de entrada del centro, y otra a pasos de esta. “Estaban estacionados ilegalmente frente a nuestra escuela”, afirmó Julia Zuckerman, la directora de la escuela, que acompañó a Espaillat junto a activistas y padres durante una conferencia de prensa frente a Castle Bridge.
La escuela tomó fotos de las camionetas tras recibir el aviso de un padre y Zuckerman pidió a los agentes, que almorzaban cerca del lugar, que retiraran los vehículos, algo que hicieron antes de que finalizaran las clases.
De acuerdo con la directora, en el edificio operan dos escuelas elementales: en una, el 65 por ciento de los padres son inmigrantes, y en la otra, el 46 por ciento, en su mayoría latinos y europeos.
“Cada niño y padre tienen derecho a venir a la escuela sin miedo” a ser detenidos por su estatus legal, indicó Zuckerman, quien agregó que los agentes no “mostraron ninguna preocupación de que su presencia fuera intimidante”.
La presidenta del distrito de Manhattan, Gale Brewer, indicó a través de su portavoz Rosie Méndez que el incidente es “inaceptable” y es una “violación de la confianza pública”, ya que estacionaron allí “sin estar en una misión”.
Los padres, que dijeron sentir temor, llegaron al evento portando mensajes como “ningún ser humano es ilegal”, “mami, no quiero que me separen de ti” o “mami, tengo miedo de ir a la escuela”.
“Muchos padres se sintieron amenazados ante la presencia de las patrullas” y también los estudiantes, dijo una inmigrante peruana que no quiso identificarse, cuyo hijo de seis años asiste a esa escuela.
Destacó que algunos de los letreros fueron escritos por niños, que están preocupados y han preguntado por lo ocurrido. “No es justo que se sientan así”, afirmó.