NOGALES, AZ.- Docenas de manifestantes se congregaron el fin de semana delante del muro que divide Estados Unidos y México, en un tramo levantado en la ciudad fronteriza de Nogales, para expresar su rechazo a los planes de “militarizar” la frontera defendidos por el presidente de EE.UU., Donald Trump.
“Esta vez tenemos mucha gente que no es de Arizona. Mucha gente sabe que hay un muro, pero solo han visto imágenes por televisión. Cuando lo ven de cerca por primera vez el impacto es muy grande (…) se dan cuenta de lo que simboliza”, dijo a Efe Marla Pacheco, de la Coalición de los Derechos Humanos en Arizona.
La protesta forma parte de los eventos organizados a ambos lados de la frontera como parte del Encuentro Fronterizo 2017, una convención binacional que organiza el Observatorio de la Escuela de las Américas (SOA Watch) y que finalizó ayer.
Los participantes de la concentración se refirieron a los ocho prototipos recientemente presentados en San Diego (California), en respuesta a la promesa electoral de Trump de construir un muro en la frontera con México.
“Tenemos que evitar que lo que ya está pasando en la frontera de California se extienda a toda la frontera, actualmente San Diego es lo más parecido a un muro de Berlín”, dijo a Efe Manny Aguilar, representante del grupo Madres Soñadores de Los Ángeles y que viajó desde California para participar en el encuentro fronterizo.
Agregó que en esa parte del país las familias están siendo separadas hasta por un doble muro, por el cual apenas pueden rozar las puntas de sus dedos.
“Muchas familias son separadas por ese muro, mucho gente está siendo deportada, es un símbolo del sufrimiento y las lágrimas de mucha gente”, dijo el activista.
Del lado mexicano, unas 150 personas fueron parte de la Caravana Contra los Muros, que se unió al acto de hoy con representantes de grupos indígenas del estado mexicano de Oaxaca, así como de 13 diferentes países latinoamericanos y de Palestina.
Eduardo García, representante de SOA Watch, destacó que la militarización de las fronteras nunca ha sido la solución para frenar el flujo migratorio, y demandó que los Gobiernos trabajen mejor en mejorar las condiciones sociales, económicas y políticas.