LOS ÁNGELES, CA.- La ola de detenciones de inmigrantes y de los operativos para identificar a personas sin estatus legal en el país han incrementado la preocupación de los organismos defensores de los derechos de los indocumentados.
Activistas consultados por Efe señalaron que el miedo se debe a los llamados “arrestos colaterales”, es decir aquellos indocumentados que en principio no están en la mira del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) pero que son detenidos por encontrarse en medio de sus operativos.
“ICE sigue funcionando como una organización deshonesta, motivada por el odio y las represalias”, opinó en declaraciones a Efe Jorge Mario Cabrera, vocero de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA, en inglés)
Las críticas resurgen tras el primer gran operativo de este año de ICE en el área metropolitana de Los Ángeles, que concluyó el jueves y que a lo largo de cinco días arrestó a 212 inmigrantes y dejó 122 notificaciones de inspección a negocios locales.
Tal como se desprende de las declaraciones del subdirector de ICE, Thomas Homan, los operativos se justifican porque “las jurisdicciones santuario como Los Ángeles evitan que ICE arreste a criminales extranjeros en los confines seguros de una cárcel”.
“Nuestros oficiales son forzados a llevar a cabo arrestos en general en la comunidad, poniendo a los oficiales, al público y los extranjeros en mayor riesgo y aumentando la incidentes de arrestos colaterales”, señaló Homan en declaraciones recogidas en un comunicado de la agencia federal.
Una de las familias afectadas por los recientes operativos de ICE en Los Ángeles es la de María del Rosario Pineda, una mexicana indocumentada de 55 años.
El pasado lunes, agentes de ICE se presentaron en su hogar para detener a su hijo Ernesto Martínez Pineda, también indocumentado y que ya había sido deportado, y quien fue interceptado en el estacionamiento de la vivienda.
Los oficiales de Inmigración tocaron luego la puerta del apartamento de Pineda, donde vive con su hijo, de 34 años, y su nieto, que sufre de autismo.
“No hubo tiempo de nada, mi nieto comenzó a llorar y me dijeron que era mejor que colaborara para que el niño no sufriera”, relató a Efe Pineda, quien asegura que los oficiales la obligaron a firmar unos papeles y a poner sus huellas digitales.
De acuerdo al abogado especializado en inmigración Fernando Romo, con ello Pineda quedó registrada ante a las autoridades de inmigración, aceptó estar bajo su supervisión “y probablemente puede terminar con una orden de deportación”.
Cabrera asegura que los oficiales del ICE no solo están arrojando la discreción por la ventana, sino que también desarrolla tácticas anticonstitucionales mintiendo, intimidando y amenazando a miembros de la comunidad mientras llevan las detenciones.
Un análisis publicado el jueves por el Centro de Investigación Pew refleja que las detenciones de ICE aumentaron entre los años fiscales 2016 y 2017, y ello se habría debido al arresto de inmigrantes sin condenas previas.
El número de arrestados sin condenas previas en el año fiscal 2017, es decir entre el 1 de octubre de 2016 y el 30 de septiembre de 2017, creció el 146 % respecto al anterior periodo fiscal, cifra que contrasta con el aumento del 12% entre ambos años en aquellos con condenas penales.
ICE insiste que sus operativos están concentrados en personas que tengan cargos criminales. En el reciente operativo en Los Ángeles, más del 55 % de los detenidos tienen condenas por delitos graves o violentos, como delitos sexuales con menores, cargos de armas y agresión.
No obstante, Lori Haley, vocera del ICE en Los Ángeles, clarificó a Efe que cualquier persona que viole las leyes de inmigración será parte de sus objetivos.
Las organizaciones y legisladores de Texas se hallan también en alerta, en especial tras una investigación del periódico The Texas Observer que revela que el número de personas arrestadas en el área Austin-San Antonio durante las redadas de inmigración hechas el año pasado fue más del doble que la cifra que las autoridades federales inicialmente informaron.
Los nuevos datos mostraron que la agencia arrestó a 132 personas en la región desde el 9 de febrero hasta el 12 de febrero del año pasado. Sesenta de ellos no tenían condenas penales.
La reacción de legisladores estatales no se hizo esperar. Eddie Rodríguez, demócrata de Austin, aseguró el pasado miércoles en un comunicado “que los funcionarios federales habían engañado al público”.
Las detenciones de ICE aumentaron en más del 43 % entre finales de enero y agosto de 2017, en comparación con el mismo período del año anterior, según el análisis del Centro de Investigación Pew.
Cabrera recordó que los indocumentados tienen derechos, “incluido el derecho a guardar silencio, a no incriminarse, y a no permitir que el ICE ingrese a sus hogares sin una orden judicial”.
En medio de esta ola de arrestos, personas como Pineda aún no encuentran una solución para la encrucijada que enfrenta. Su hijo, y único sustento, fue deportado a México al día siguiente de su arresto, y ella debe presentarse ante inmigración la próxima semana.
“No tengo con quién dejar a mi nieto, la madre desapareció de su vida, tendrán que deportarnos a los dos”, dijo entre sollozos la mujer.