TUCSON, AZ.- La indocumentada mexicana Reyna Montoya, elegida por la revista Forbes para su lista de los 30 jóvenes menores de 30 más influyentes por su labor social, está convencida de que los “soñadores” deben alzar su voz para defender con “uñas y dientes” su futuro dentro de los Estados Unidos.
“Actualmente tenemos una administración y un congreso que no reconoce todas las contribuciones de los jóvenes ‘soñadores’ y de los inmigrantes en general. No podemos quedarnos callados, debemos seguir luchando,” exhorta Montoya, de 27 años, en entrevista con EFE.
La joven, fundadora en 2016 de Aliento, una organización de apoyo a jóvenes indocumentados, llegó en 2003 a los Estados Unidos a los 13 años, escapando de la violencia, concretamente de una ola de secuestros que azotaban la ciudad fronteriza de Tijuana, en Baja California (México).
Se estableció en Mesa, una localidad de Arizona.
Aliento se enfoca en ayudar a través del arte a niños y jóvenes indocumentados o que han sido impactados por la deportación de un ser querido.
La aprobación de la ley estatal SB1070, en el 2010, fue determinante para que Montoya se involucrara aun más en la lucha por los derechos de los inmigrantes, al ver el sufrimiento de tantas familias.
“Para mí fue muy importante en ese momento compartir mi historia como estudiante indocumentada y buscar un cambio”, rememora la egresada de la Universidad del Estado de Arizona (ASU) con dos licenciaturas, una en Ciencias Políticas y otra en Estudios Transfronterizos.
Montoya, al igual que miles de jóvenes amparados bajo el programa DACA (Acción Diferida para los llegados en la Infancia), recibió como un balde de agua fría en septiembre el anuncio de la administración del presidente Donald Trump, que canceló este programa que protege de la deportación a 800.000 jóvenes indocumentados, dejando en manos del Congreso estadounidense una solución final.
La lucha para que el Congreso apruebe una legislación que regularice el estatus de los “soñadores” es contra reloj, incluyendo a la misma Montoya, ya que el próximo año se le vence su permiso.
“Esto me pondrá en peligro de ser deportada”, enfatizó.
En su opinión, se necesita una comunidad unida que alce su voz para enviar un fuerte mensaje a los políticos.
“La mejor propuesta es el Acta Sueño (DREAM Act) bipartidista de este año. Los dos partidos deben dejar sus divisiones y enfrentar esta crisis humanitaria. Deben tomar un voto antes de diciembre”, instó la activista.
Montoya se apuntó en una caravana que viajará a Washington DC para hablar con miembros del Congreso.
Estarán en la capital del país desde el 27 de este mes al 8 de diciembre, en busca de apoyo.
Entre las cosas que más preocupan de la joven está la salud mental y el estrés en el que viven cada día los “soñadores”, especialmente ahora que se están venciendo los permisos de DACA.
“En Aliento sabemos que es muy importante no solo las políticas (gubernamentales), sino además cómo lo estamos enfrentando a nivel psicológico, por eso debemos trabajar para mostrarnos como un comunidad diferente”, argumenta la activista, cuyo padre también enfrenta un proceso de deportación por ser indocumentado.
Montoya dice sentirse muy honrada con el reconocimiento de la revista Forbes.
La distinción “30 menores de 30” se la dedica “al duro trabajo de sus padres”.
“El gobierno y las leyes pueden ser muy injustos, incluso podemos sentir que la tormenta viene hacia nosotros, pero debemos enfocarnos en lo positivo y nunca aislarnos”, invita la mexicana.
Junto a otros 29 jóvenes, Montoya fue escogida de entre 15.000 candidatos para formar la lista de Forbes del 2018.
En su fundamentación, la revista dijo de ella que “creció como una inmigrante indocumentada, experimentando de primera mano el miedo, la ansiedad y el estrés asociados con tener un estatus de indocumentado en Estados Unidos”.