Washington, DC.- La Casa Blanca está estudiando recurrir a una ley de 1807 para que los militares puedan adoptar un papel más activo en la frontera, una medida cuyo efecto práctico no está claro y que probablemente generaría nuevas demandas al Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump.
Un portavoz de la Casa Blanca, Hogan Gidley, dejó este viernes abierta la posibilidad de que Trump invoque la llamada “Ley de insurrección” para que los militares, desplegados en la frontera desde hace más de un año, puedan contribuir en las tareas de deportación de los indocumentados.
“El presidente va a hacer todo lo que esté en su poder para proteger al pueblo estadounidense”, dijo Gidley en declaraciones a “Fox & Friends”, el programa televisivo favorito de Trump.
Preguntado por si recurrirá a la “Ley de insurrección”, el portavoz no negó que esa sea una posibilidad, y dijo que Trump tiene “muchas herramientas a su disposición” y “todavía no las ha usado todas”.
Uno de los presentadores de “Fox & Friends”, Steve Doocy, exclamó entonces “¡Eso es un sí!” y el público en el plató estalló en aplausos, aunque Gidley se apresuró a aclarar que por ahora no estaba confirmando que la Casa Blanca vaya a tomar esa medida.
La “Ley de insurrección” es una serie de estatutos que regulan el poder constitucional del presidente de EE.UU. de recurrir a “milicias” o fuerzas armadas para ejecutar la ley, “suprimir insurrecciones o repeler invasiones”.
Su texto establece que cuando el presidente considere que “obstrucciones o rebeliones contra la autoridad de Estados Unidos” hagan “impracticable aplicar la ley” en algún estado, puede convocar a la “milicia de cualquier estado, y usar las fuerzas armadas, como considere necesario para aplicar las leyes o suprimir la rebelión”.
No está claro qué efecto tendría esa ley, porque EE.UU. ya tiene desplegados a unos 5.000 militares en la frontera con México -entre ellos 2.900 soldados en activo y 2.000 reservistas de la Guardia Nacional- por orden de Trump, que el año pasado quiso marcar músculo ante la llegada de varias caravanas de inmigrantes indocumentados.
Pero una ley de 1878 prohíbe usar a los militares para tareas de seguridad y orden público a nivel nacional, por lo que los militares han tenido hasta ahora un papel limitado en la frontera y no han podido dedicarse a detener a los indocumentados que llegaban.
Esa situación podría cambiar si Trump invoca la “Ley de Insurrección”, según Stephen Vladeck, profesor de Derecho en la Universidad de Texas.
“Aunque la ley de 1878 prohíbe generalmente el uso de los militares federales para tareas de seguridad a nivel nacional, la Ley de insurrección siempre se ha entendido como la excepción principal a esa regla”, escribió hoy Vladeck en la revista The Atlantic.
Trump ha descrito en numerosas ocasiones como una “invasión” la llegada de indocumentados a la frontera sur, que ha aumentado en los últimos meses, y en febrero declaró que esa situación suponía una “emergencia nacional”, un mecanismo con el que buscó desbloquear fondos para el muro que quiere construir.