Miami, Fl.- La congresista estadounidense Debbie Mucarsel-Powell criticó el jueves que el presidente Donald Trump “vinculara” a los inmigrantes con tiroteos durante un mitin político realizado el pasado miércoles en Panama City (Florida), en el que un seguidor le sugirió detener a los indocumentados disparándoles.
“No podemos conectar inmigrantes y tiroteos, sin importar cuánto aumente la conexión (con sus seguidores) en Twitter. Señor presidente Florida no aceptará ese tipo de intolerancia violenta. Ya basta”, manifestó la demócrata.
La primera congresista suramericana por Florida agregó en su cuenta de Twitter que “es profundamente dañina la retórica del presidente en nuestro estado”.
Trump mostró durante el mitin su frustración de no poder detener la “invasión” de inmigrantes, a lo que una persona en la multitud sugirió dispararles.
El mandatario respondió con una pausa y una amplia sonrisa, mientras se oían las risas del público.
“Solo en el Panhandle (región de Florida donde se celebró el mitin) puedes salir con ese comentario”, dijo el presidente con una sonrisa en vez de rechazar el comentario, lo que llevó a la multitud a estallar en carcajadas.
“Cuando ves estas caravanas con 20.000 personas es una invasión, yo soy criticado por usar la palabra invasión, es una locura”, señaló durante el discurso.
Mucarsel-Powell urgió al presidente a “medir sus palabras” y lamentó que se trata de una retórica “peligrosa” que criminaliza a los inmigrantes.
Lamentó la insensibilidad de utilizar el tema de los tiroteos cuando acaba de suceder otro en una escuela de Colorado, en el que murió un estudiante, y recordó que ella perdió a su padre a los 24 años por la violencia con armas de fuego.
“Debemos encontrar un camino para nuestro país que cure esta adicción a la rabia, el odio y el fanatismo, un camino que nos aleje de la fealdad que se ha desatado”, expresó por su parte la congresista demócrata por Texas Verónica Escobar en su cuenta de Twitter.
“Nos están dando alguna gente maleducada”, dijo Trump sobre los inmigrantes que llegan, y recordó las críticas que recibió cuando en 2015, durante su discurso con el que inició su campaña electoral, dijo que algunos inmigrantes mexicanos son “violadores”.
“Ese discurso fue tan suave en comparación con lo que está sucediendo”, se defendió el presidente.
Trump además compartió su frustración por las “ciudades santuario”, que impiden la colaboración entre agencias federales de inmigración y la Policía local, así como por las decisiones judiciales que han paralizado sus políticas sobre peticiones de asilo.