HOUSTON, TX.- Un nutrido grupo de adultos reunidos en el colectivo “Grannies Respond” (Abuelas responden) hicieron un alto ayer en Houston antes de culminar una caravana nacional en la ciudad fronteriza de McAllen (Texas, EEUU), en rechazo a la “inmoral” separación de niños de sus padres inmigrantes.
Al periplo, que inició en varios autobuses el pasado 31 de julio en Nueva York, se han ido sumando adeptos de las ciudades de Reading y Pittsburgh (Pensilvania), Louisville (Kentucky), Montgomery (Alabama) y Nueva Orleans (Luisiana).
“Grannies Respond” se formó hace unos dos meses en respuesta a la crisis humanitaria originada por la política de “cero tolerancia” del Gobierno del presidente Donald Trump, que separó a más de 2.500 niños inmigrantes de sus padres en la frontera con México, de los cuales unos 500 aún no han sido reunificados pese a una orden judicial.
El grupo, en su portal de internet hace un llamado al gobierno federal a “que reúna de inmediato a todos los menores separados de sus padres”, así como la pronta liberación de inmigrantes y refugiados detenidos.
“Todos debemos ser tratados de forma igualitaria”, señala la página de internet que además muestra el plan trazado para congregarse este lunes con otros grupos similares que viajan también de ciudades como Atlanta (Georgia), Dallas (Texas) o Portland (Oregón), entre otras.
“Nuestro gobierno y nuestras instituciones no tienen dominio sobre nuestra moralidad. Nosotros, el pueblo, seremos la brújula moral de nuestro país y no descansaremos hasta que se restauren la compasión y la decencia”, señala la organización.
Tina Bernstein, portavoz de “Grannies Respond”, aclaró en entrevista telefónica con Efe que este colectivo representa el sentimiento de una buena parte de los estadounidenses que cree que la separación de familias nunca debió llevarse a cabo.
“Nuestra lucha es por la unión del núcleo familiar, para que no se repita. Nadie que huye de su país y pone en peligro su vida y la de sus hijos puede tratársele como a un criminal”, sostuvo Bernstein, jubilada, mientras conduce de Luisiana hacia Texas.
Clarie Nelson, abuela de cinco nietos y que se unió a la caravana desde Nueva York, asegura que la intención del colectivo será “luchar por la dignidad humana” del prójimo sin importar el lugar de donde vengan o “el color de tu piel”.
En Houston, el grupo será agasajado por varias organizaciones activistas y se plantará por espacio de un ahora en lo que será la sede de un centro de detención de inmigrantes administrada por la empresa Souhwest Key, en el centro de la ciudad.
Este lunes, “Grannies Respond” se trasladará a McAllen, en la frontera con México, donde efectuará diversas manifestaciones gracias a la coordinación logística de un sinnúmero de organizaciones cívicas, religiosas y comunitarias de esa región.
Uno de los puntos de encuentro más importantes será la vigilia que tienen preparada frente al centro de detención de inmigrantes más grande del país, que alberga a más de mil personas.