WASHINGTON, DC.- La Cámara de Representantes de Estados Unidos rechazó hoy de forma tajante la propuesta de ley migratoria impulsada por el liderazgo republicano, mostrando una vez más la división interna de los conservadores respecto a este asunto.
Con 121 votos a favor y 301 en contra, los republicanos se mostraron de nuevo incapaces de proponer un texto legislativo que convenza tanto a sus correligionarios como a los demócratas para solucionar el problema de los jóvenes indocumentados, atajar la separación familiar y además fortalecer la seguridad en la frontera.
La propuesta planteaba un camino a la ciudadanía para 1,8 millones de jóvenes sin papeles, conocidos como “soñadores”, prohibía la separación familiar en la frontera, pero a la vez limitaba la reunificación familiar de los inmigrantes legales y concedía 25.000 millones de dólares para la construcción del muro con México.
A pesar de que el presidente Donald Trump dio su apoyo al texto “in extremis” durante la mañana de hoy, el liderazgo republicano fracasó tras semanas de negociaciones con su ala más moderada.
No obstante, pese a la derrota, el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, logró el principal de sus objetivos: frenar que demócratas y centristas forzaran un voto en el pleno sobre este asunto mediante una maniobra legislativa.
Se trata de una estrategia política, ya que así Ryan evita la posibilidad de que los republicanos más moderados fuercen un voto sobre propuestas migratorias moderadas que podrían obtener el respaldo suficiente en la Cámara Baja, pero que no cuentan con el visto bueno de Trump.
El proyecto de hoy también incluía una propuesta conservadora para poner fin a la separación familiar en la frontera, uno de los temas más candentes después de que el gobernante impusiera una política de “tolerancia cero” en la frontera que ha provocado la separación de más de 2.500 niños de sus padres al tocar suelo estadounidense.
La propuesta hubiera anulado lo que se conoce como el acuerdo Flores, que establece estándares mínimos de reclusión y un límite de 20 días para la detención de menores.