CHARLOTTE, NC.- Los salvadoreños recibieron con estupor el lunes 8 de enero de 2018 la noticia de la cancelación del Estatus de Protección Temporal (TPS) que deja desprotegidos a cerca de 200.000 inmigrantes de este país centroamericano.
“No esperaba esto. He vivido casi toda mi vida aquí y siento que no estoy preparada para regresar a El Salvador, un país al que conozco muy poco. He construído mi vida aquí y no quiero que me la quiten”, dijo Mariela Hernández a Inmigración.com
La joven, hoy de 26 años, llegó a este país con escasos 6 años, junto a su madre y hermano, huyendo de la violencia a la que estaba expuesta su familia, luego de la finalización del conflicto armado en El Salvador.
En el caso de Carmen Salmerón, también beneficiaria del TPS, la noticia termina de acorralar las opciones de su familia para tener protección migratoria en el país. “El TPS le ha dado a mi familia la protección contra la persecución en nuestros países de origen. Somos parte de cientos de familias salvadoreñas con TPS que llamamos a Charlotte nuestro hogar”, dijo la también madre de un menor centroamericano que fue deportado en 2016.
“Quitarnos el estatus legal pone a nuestras familias de nuevo en una posición precaria donde nuestro futuro es incierto”, lamentó.
Dos caras de la misma noticia
En una confusa mañana, los beneficiarios del TPS debieron interpretar rápidamente dos mensajes de una misma noticia. Por un lado, el gobierno salvadoreño celebró y agradeció al gobierno estadounidense, a través de un comunicado, la extensión del beneficio migratorio por 18 meses más, hasta el 9 de septiembre de 2019.
Por el otro, el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) hacía pública su decisión de cancelar definitivamente el TPS, dando un periodo de gracia de 18 meses para que los salvadoreños encuentren una solución legal para permanecer en EE.UU. o regresen a su país.
“Para facilitar una transición ordenada, el DHS ha determinado retrasar la terminación (del TPS) por 18 meses. La designación terminará el 9 de septiembre de 2019”, reza el comunicado del Departamento de Seguridad Nacional.
Organizaciones reaccionan
Para el director ejecutivo de La Coalición Latinoamericana (LAC), José Hernández Paris, el anuncio del Departamento de Estado no es más que “la continuidad de una agenda anti-inmigrante con consecuencias devastadoras para la comunidad y en general para Estados Unidos”.
“La posible deportación de padres de ciudadanos norteamericanos es algo inconcebible para esta nación de inmigrantes”, agregó.
La presidenta y CEO de El Centro Hispano, en la ciudad de Durham, Pilar Rocha-Goldberg, repudió la decisión del gobierno de Trump, argumentando que los ‘tepesianos’ han vivido y aportado al país por más de 17 años. “Estoy personalmente en desacuerdo con esta administración que continúa atacando a mi comunidad que tanto ha dado a este país. Esto debe detenerse y debemos tener una reforma migratoria en los Estados Unidos. El sistema está roto, debemos arreglarlo”.
La mexicana Zhenia Martínez, miembro de la junta de Acción NC, en un mensaje de solidaridad dijo que “las comunidades mexicanas y otras comunidades de inmigrantes sabemos lo que es ser blanco de las odiosas políticas de la Administración Trump y vamos a seguir siendo firmes en apoyo y defensa de nuestras hermanas y hermanos centroamericanos”.
A diferencia de los demás activistas, Ana Miriam Vázquez, quien está al frente de UNISAL, la organización de salvadoreños en Charlotte, dijo a Inmigración.com que “a pesar del anuncio estoy optimista de haber recibido un periodo de 18 meses para prepararnos y buscar opciones. El gobierno de EE.UU. ignora mucho sobre el aporte de los tepesianos de todos los países y con este periodo tendremos tiempo para enfocarnos en dirigir nuestros esfuerzos en demostrar que la fuerza económica que representa este sector de la sociedad y su buen carácter moral nos hace elegibles desde ya para una residencia permanente y es por lo que ahora vamos a abogar”.
Vásquez, quien ha sido una de las impulsoras de la iniciativa ‘Tepesianos por la residencia’, dijo que es el momento de buscar aliados en los puestos de poder, de educar a la comunidad americana y dar a conocer con cifras concretas el aporte de los beneficiarios del TPS a este país en todos los ámbitos.
Se estima que unos 5.900 salvadoreños con TPS viven en Carolina del Norte y que unos 6.200 ciudadanos americanos son hijos de ‘tepesianos’, según datos del Centro Hispano de Durham.