John Kelly, el Secretario de Seguridad Nacional de la administración del presidente Donald Trump, afirmó que en la nueva política migratoria, “condenas por conducir bajo los efectos del alcohol u otra substancia (DUI) podrían ser suficientes para iniciar un proceso de deportación.”
La declaración fue hecha el domingo 16 de abril de 2017 durante una entrevista para el programa “Meet the Press” de la cadena de televisión NBC.
Kelly amplió su afirmación diciendo que “la definición de criminal no ha cambiado, pero el espectro de la criminalidad donde operamos es el que ha cambiado,” es decir que de ahora en adelante una sola felonía será suficiente para abrirle un juicio a una persona por cargo criminal con fines de deportación bajo la ley migratoria.
Anteriormente una persona sin documentos podría tener varios DUIs sin que haya sido deportado por ello. Ahora la situación ha cambiado radicalmente y quien se exponga a cometer cualquier tipo de delito que lo pueda conducir a la vía directa de la deportación, tendrá que pensarlo muy bien.
A pesar que el presidente Trump había dicho durante su campaña que los inmigrantes indocumentados que se consideraran peligrosos para la sociedad serían el blanco de las autoridades de inmigración, lo que se observa ahora es el endurecimiento de las leyes e incluso una infracción de tránsito u otro tipo de conductas que antes podrían pasar inadvertidas, ahora tendrán un efecto demoledor.