IMPERIAL BEACH, CALIFORNIA.- Desde ahora las familias que acuden a encontrarse con sus seres queridos a través del muro en el Parque de la Amistad, en la frontera de San Diego con México, tendrán menos oportunidades.
La patrulla fronteriza informó el 2 de febrero y de manera sorpresiva que ahora solo permitirá un máximo de diez personas a la vez, y durante un tiempo máximo de media hora. Transcurridos los 30 minutos, las personas tendrán que salir para dejar el lugar a otras diez.
El horario permitido era de 10 de la mañana a 2 de la tarde sábados y domingos, con un cupo de 25 personas, pero sin que el número fuera impuesto con exactitud porque la mayoría de las familias acuden con niños.
Desde el pasado fin de semana, los encuentros familiares tampoco se permiten por la sección de barrotes, donde las familias podían filmarse o tomar fotos con cámara o celular, sino únicamente por entre la malla de hierro, donde las familias solo pueden tocarse las yemas de los dedos.
Más de tres mil familias llegan cada año en promedio al parque desde el lado de San Diego a ver a sus familiares a través de la malla de hierro y por entre los barrotes, de acuerdo con cálculos de la organización Amigos del Parque de la Amistad.
Las nuevas restricciones dificultarán los encuentros especialmente en días como el de las madres o del padre, cuando más familias se buscan en el parque.
También dificultan al lado de San Diego a la Iglesia Fronteriza “El faro”, que desde hace diez años celebra comunión a través del muro en el Parque de la Amistad cada domingo.
La iglesia tendría que ceder la presencia de feligreses del lado estadounidense para permitir que las familias tengan más oportunidad de verse personalmente, de acuerdo con el fundador reverendo John Fanestil.
La patrulla también prohíbe filmar dentro del perímetro de visita de familias.
La patrulla informó extraoficialmente que las nuevas restricciones buscan aumentar la seguridad.
En noviembre se celebró el matrimonio de una pareja en el parque desde ambos lados de la frontera, pero semanas después se conoció que el novio tenía antecedentes recientes por tráfico de drogas y desde ese momento se empezó a rumorar que vendrían cambios severos en la zona del muro fronterizo.