HIDALGO, TEXAS.- La secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, siglas en inglés), Kristien M. Nielsen, reiteró en este punto fronterizo los propósitos de frenarla entrada de inmigrantes indocumentados, eliminar las ciudades santuario que les brindan protección y avanzar en la construcción de un muro en la frontera con México.
Fue precisamente frente a un tramo del muro ya construido en la ciudad de Hidalgo donde la funcionaria, acompañada de oficiales de la Patrulla Fronteriza (BP) y de Protección Fronteriza y Aduanas (CBP), enfatizó que: “Tengo un mensaje para aquellos que piensan venir o permanecer ilegalmente: su tiempo se ha acabado”. Agregó que “Vamos a examinar cuidadosamente a quienes ingresan a nuestro país y vamos a hacer que sea muy, muy difícil permanecer aquí ilegalmente”.
“Nuestra primera prioridad es asegurar nuestra frontera sureste. La seguridad fronteriza tiene tres componentes críticos que son integrales: personal, tecnología e infraestructura. Necesitamos que los tres sean efectivos”, remarcó.
Nielsen hizo un recorrido por esta región donde se reunió además de la patrulla fronteriza con jefes policiacos del área y funcionarios encargados de la seguridad, ante quienes demandó que el Gobierno de Texas debe continuar impulsando la eliminación de las ciudades santuario y que el resto de los estados sigan su ejemplo.
En lo que prácticamente fue una definición de su programa de acción al frente del DHS a unos días de haber sido confirmada oficialmente en el cargo, expresó que el derecho de asilo ha sido objeto de abuso por parte de inmigrantes indeseables señalando, además, que la lotería de visas para la admisión de extranjeros en la Unión Americana debe de darse por terminada.
Para cumplir con la decisión de frenar la inmigración indocumentada, entre otros recursos, el gobierno contratará 10.000 agentes más y se continuará con la construcción del muro fronterizo, por lo que se espera que próximamente se agreguen las 70 millas (unos 110 kilómetros) del tramo que falta por construir para que el sureste de Texas, en el área de Brownsville y McAllen, quede completamente sellado.