Casi la mitad de los empleados de hoteles han sido agredidos sexualmente o acosados por un huésped, según encuestas sindicales.
Sin embargo, la mayoría no denuncia porque un gran número son inmigrantes o mujeres afroamericanas que temen perder su empleo, indicó The Washington Post.
Algunas personas pierden ese miedo y deciden denunciar, como ocurrió a una empleada del hotel Mayflower, quien fue acosada por John Joseph Boswell, un millonario que acudió a Washington a la inauguración presidencial de Donald Trump.
Un día antes del cambio de gobierno, el sujeto manoseó por detrás a la empleada, quien lo denunció y él acaba de declararse culpable.
Esto gracias también a las iniciativas de los hoteleros, como en Washington DC, donde más de 30 hoteles han introducido botones de pánico en el último año bajo un acuerdo con Unite Here Local 25, dijo John Boardman, secretario-tesorero ejecutivo del sindicato.
Cuando se presionan, los botones envían la ubicación de la empleada al personal de seguridad del hotel.
Un estudio del Pew Charitable Trusts indica que inmigrantes laboran en la industria hotelera y de servicios, como restaurantes, más que los estadounidenses.
Los administradores de los hoteles reconocen que el miedo a ser despedidos es la principal razón de que los inmigrantes y personas de otros grupos vulnerables no denuncien el acoso.