Inmigración

Las nuevas visas H-2B no evitaron el daño a la industria pesquera en Texas

Visas-Bendicion

Como todos los años, al iniciarse la temporada de pesca de camarón en el Golfo de México, la flota pesquera es bendecida en Puerto Isabel, Texas.  Foto Inmigración.com

MCALLEN, TX.- El anuncio de la autorización de 15 mil visas adicionales H-2B para trabajadores no agrícolas por parte del Departamento de Seguridad Interna (DHS, por sus siglas en inglés) pese a que fue recibido con entusiasmo por muchas empresas que requieren los servicios de trabajadores inmigrantes no evitó el daño que ya se causó a la industria camaronera en el sur de Texas.

El 15 de julio, como ya es tradicional, se hizo la bendición de la flota pesquera especializada en la captura del camarón, al iniciar la temporada autorizada para su pesca en el Golfo de México. Sin embargo algunos de los barcos tuvieron que permanecer anclados en el muelle de Puerto Isabel, en el sur de Texas, mientras que otros partieron con la tripulación incompleta ante la falta de visas para los trabajadores que contribuyen en esta tarea especializada.

El daño que esto ocasiona no es solamente para los propietarios de las embarcaciones, sino que se extiende a las empresas proveedoras como supermercados y restaurantes y, en consecuencia, a los consumidores de productos del mar.

El secretario de DHS, John Kelly, calificó la decisión de alivio, acordada de manera conjunta con el Departamento del Trabajo, como una demostración del compromiso de la administración del presidente Donald Trump para apoyar a las empresas estadounidenses.

Pese a que Kelly admitió que “El Congreso me dio la autoridad discrecional para proporcionar alivio temporal a las empresas estadounidenses en riesgo de daño significativo debido a la falta de trabajadores estacionales disponibles”, el perjuicio a la flota pesquera ya ha sido ocasionado, aunque es reparable parcialmente bajo difíciles circunstancias.

“Más vale tarde que nunca”

La directora de la Asociación de Camaroneros de Texas (TSA), Andrea Hance, dijo que si bien “más vale tarde que nunca”, advirtió que aunque las visas están autorizadas éstas no son otorgadas de inmediato a sus beneficiarios, sino que tiene que pasar por un trámite que lleva de 30 a 60 días, a menos que se haga un pago especial para que el trámite se efectúe por una vía rápida, prevista en los procesos migratorios.

Al referirse a las características del trabajo que desempeñan los pescadores, expresó que no es fácil conseguir la mano de obra calificada que, además, debe de estar dispuesta a permanecer en el mar por semanas, lejos de la ciudad y sus familias.

“El estadounidense promedio todavía piensa que hay un montón de trabajadores dispuestos y capaces para este trabajo, pero no es así”, dijo Hance.

Agregó que “La realidad es que no quieren nuestros trabajos. Menos del uno por ciento de los trabajadores americanos terminan el primer viaje, lo cual le cuesta miles de dólares al barco, en días y dinero, ya que la tripulación tiene que regresar hasta el puerto para reemplazar al individuo que ya no quiere trabajar.

La directiva de los camaroneros, estimó que la falta del personal produce una pérdida de un millón de dólares por día.

Lo más grave es que tomará alrededor de un mes para que se pueda reintegrar el personal necesario a los barcos pesqueros, agregó.

En la región hay trabajadores dispuestos, en su mayoría de origen mexicano, a desempeñar la labor de pescadores en alta mar si cuentan con la visa que les permite su estancia temporal legal para trabajar en los Estados Unidos.

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