WESLACO, TX.- El gobernador de Texas, Greg Abbott, visitó el jueves 12 de abril en esta ciudad del Valle del Río Grande las instalaciones de la Guardia Nacional, tras haber dispuesto el desplazamiento de elementos de esta corporación a solicitud del presidente Donald Trump, de los cuales ya se movilizó un importante grupo a esta frontera.
En un principio el presidente Trump, había dicho que enviaría a las fuerzas armadas a esta región, decisión que fue modificada y finalmente se ordenó, conjuntamente con los gobernadores fronterizos, el envío de activos de la Guardia Nacional.
El gobernador texano Greg Abbott participó en una sesión informativa de seguridad fronteriza y se reunió con las tropas de la Guardia Nacional desplegadas para proteger la frontera entre Estados Unidos y México.
Prioridad máxima
“La seguridad de nuestra frontera sur es una prioridad máxima”, dijo Abbott, subrayando que “la incorporación de tropas de la Guardia Nacional para ayudar al Departamento de Aduanas y a la Patrulla Fronteriza servirá para fortalecer la seguridad fronteriza y su presencia hará una diferencia significativa”.
“Agradezco a los hombres y mujeres de la Guardia Nacional de Texas, así como a nuestros socios federales en Aduanas y Patrulla Fronteriza por su servicio, y aplaudo a la Administración por su compromiso de mantener a nuestros estados y nación a salvo y nuestra frontera segura”, agregó.
En coordinación con el Departamento de Seguridad Nacional, 762 miembros de la Guardia Nacional de Texas han sido desplegadas y actualmente están ubicadas en la frontera de México con los Estados Unidos. Se espera que se desplacen 300 elementos adicionales cada semana hasta que la cantidad total de tropas estacionadas en la frontera llegue a 1.400. Estos elementos ayudarán en las funciones de vigilancia y servirán de apoyo, reiteraron las autoridades.
El movimiento de tropas de Estados Unidos no son del todo extrañas para los residentes fronterizos de Texas, ya que el ex gobernador y actual Secretario de Energía, Rick Perry, ordenó, durante el mandato del presidente Barack Obama, el envío de fuerzas de la Guardia Nacional para patrullar la franja fronteriza con México.
Estas maniobras en Texas se suman a las ya implementadas por los gobernadores de Nuevo México, Arizona y California, para reforzar las labores de vigilancia fronteriza. El presidente Trump quiere hasta 4.000 efectivos militares para hacerle frente a “la crisis” que según el mandatario, amenaza al país.