SAN DIEGO, CALIFORNIA.- La visita de un grupo de conocidos miembros de grupos supremacistas blancos al corazón de la comunidad inmigrante de San Diego, el Parque Chicano el fin de semana, terminó con el arresto de tres personas y un policía hospitalizado por golpes se informó oficialmente.
Aproximadamente 40 miembros de grupos llamados nacionalistas y simpatizantes del presidente Donald Trump organizaron un evento que denominaron “picnic patriota” en pleno Parque Chicano, que sintetiza la historia y lucha de las comunidades mexico-americana e inmigrante en la ciudad.
La policía acordonó en ambas aceras de la calle, de modo que por un lado quedaron los supremacistas y por el otro unos 700 defensores del parque.
Entre comentarios en internet previos al evento, algunos supremacistas exigían que el parque, que tiene numerosos murales en su mayoría con héroes mexicanos y nativos americanos, se incluyeran obras que mencionaran temas anglosajones.
“Nos sentimos discriminados por la ciudad de San Diego”, dijo a Inmigración.com un individuo rapado que usaba una máscara anti-gases y no quiso proporcionar su nombre, “queremos probar que la ciudad no es imparcial en asuntos culturales”.
Pero Adriana Jasso, de la organización Unión del Barrio, aclaró que el parque fue fundado por conocidos artistas latinos de San Diego desde la década de los años setentas, cuando el vecindario de familias trabajadoras fue obligado a dejar el área para construir un puente al lujoso suburbio de Coronado.
“Este parque y sus murales representan la historia de nuestra comunidad desde la época prehispánica hasta nuestros días, no se puede ceder por exigencias de un grupo que claramente busca el divisionismo”, dijo Jasso.
Mientras la mayor parte del llamado picnic –al que los supremacistas no llevaron alimentos—transcurrió con solo gritos de uno y otro bando, hubo algunos momentos de tensión.
Un individuo no identificado agredió verbalmente y acosó a un periodista local de Univisión cuando entrevistaba a integrantes del lado supremacista.
“Por qué me acosas, solo estoy haciendo mi trabajo”, dijo el reportero, a lo que el supremacista contestó entre gritos que su empresa televisiva “no es de mi cultura”. Sin perder la postura, el reportero le insistió en que Estados Unidos es una cultura diversa y multiétnica.
Al final las autoridades tuvieron que escoltar al reportero para que se alejara del lugar.
El otro momento tensión fue cuando, ya casi al retirarse los supremacistas, algunos retaban a los defensores del parque, en su mayoría latinos, y cuando la policía evitaba una confrontación, una persona no identificada golpeó en la nariz a un oficial que quedó sangrando.
Es la segunda vez que los supremacistas llegan al Parque Chicano. En la primera ocasión, en septiembre, fueron cinco hombres que tuvieron que ser escoltados para alejarse del parque momentos más tarde.