TUCSON.- Agentes de policía en la comunidad fronteriza de Nogales, Arizona, rescataron a una mexicana, de 26 años de edad, quien permaneció dos días encerrada en un compartimiento en el interior de una ambulancia fuera de servicio, en un intento ilegal de llegar a Estados Unidos.
La mujer, identificada solo como Ángeles, sobrevivió más de 40 horas encerrada en el pequeño compartimiento de aluminio de 1.2 metros por 1.2 metros, con nada más que una pequeña cantidad de agua, informó este martes el Departamento de Policía de Nogales.
El sargento de policía Mario Rodríguez fue informado de que la mujer fue ilegalmente guiada a través de la frontera por coyotes en algún momento del miércoles pasado, a través de terreno montañoso hacia el complejo industrial de Freeport, indicó la policía en un comunicado.
Ángeles se mantuvo en contacto con su hermano y otro integrante de su familia, en el estado mexicano de Puebla, mediante el uso de su teléfono celular durante su viaje hacia Estados Unidos.
Cuando llegó al lado estadounidense de la frontera, fue llevada por los contrabandistas a un patio cercado que se utiliza para almacenar vehículos. Le dijeron que subiera dentro de un pequeño compartimiento de almacenamiento de una ambulancia fuera de servicio.
El compartimiento estaba situado en el lado del conductor detrás de la cabina. Ángeles obedeció las instrucciones de los coyotes y se le dijo que esperara en silencio hasta que ella recibiera más instrucciones. Se quedó con poco agua y sin comida.
Ángeles pensó que ella fue olvidada o dejada por muerta, pues no volvió a saber de los contrabandistas otra vez. El compartimiento en el que fue abandonada fue cerrado y solo se podía abrir desde el exterior.
Ella no podía salir y no sabía si alguien estaba cerca para ayudarla, pero todavía tenía su celular y en su desesperada necesidad de ayuda, llamó a su hermano Florencio, en Puebla.
Ángeles le dijo a su hermano que estaba atrapada dentro de una ambulancia y que había sido abandonada por los contrabandistas. Describió dónde estaba lo mejor que podía recordar y que necesitaba ayuda inmediata.
Su hermano viajó de inmediato a Nogales; llegó sólo unas 36 horas después de recibir la llamada inicial de su hermana para pedir ayuda, alrededor de un día y medio de viaje sin descanso para llegar a la frontera. Contactó a los agentes fronterizos en el cruce internacional de Mariposa y les dijo lo que sabía.
Agentes con la Patrulla Fronteriza comenzaron a buscar cualquier ambulancia en la zona. Había solamente una ambulancia situada dentro de un terreno cercado al lado de dos autobuses escolares abandonados.
Al lugar llegaron agentes de policía, de la Patrulla Fronteriza y Paramédicos de los servicios de emergencia, y rescataron a Ángeles, extremadamente débil, deshidratada y fue trasladada a un hospital antes de ser deportada a México, donde se pudo reunir con su hermano.