LAS VEGAS, NV.- La presión para los legisladores en Washington DC continúa y a pesar de que la gran mayoría de los estadounidenses apoya una ley que proporcione un estatus permanente legal a los jóvenes beneficiarios de DACA, el Congreso de los Estados Unidos continúa sin llegar a un acuerdo para los llamados “dreamers”, situación que incrementa la movilización de los defensores de los inmigrantes en distintas entidades del país.
Ante la necesidad de luchar por lo que ellos llaman un ‘Clean Dream Act’, antes del 5 de marzo, estudiantes y organizaciones progresistas se unieron en una conferencia de prensa llevada a cabo en la Universidad de Nevada Las Vegas (UNLV) para expresar su “frustración” por esta situación.
“Es mucha tristeza, mucha frustración, hay mucho trabajo por hacer, entiendo que nuestros líderes demócratas nos han apoyado hasta ahora pero vamos a ver que pasa después,” comentó la joven beneficiaria de DACA, Mariana Sarmiento. “Sabemos que ahora no van a votar para un ‘Dream Act’ y eso es muy difícil para nosotros porque hemos estado apoyando a los candidatos y ahí es donde vamos a ver si ellos nos apoyan a nosotros”.
Se esperaba que para el 8 de febrero los legisladores de ambos partidos aprobaran un presupuesto federal 2018 que incluyera una ley a favor de los “dreamers”, sin embargo, esta ley tan esperada no fue agregada en dicha propuesta. No obstante, sí hubo un acuerdo presupuestal para continuar con las actividades gubernamentales.
“Es el mismo cansancio que sentimos todos, esperando por una reforma migratoria, al mismo tiempo sé que no soy la única que está en esta situación, nos estamos uniendo para salir adelante, es lo que podemos hacer”, agregó Sarmiento, originaria de Chihuahua, México.
La “dreamer” explicó a Inmigración.com que un ‘Clean Dream Act’ es una ley donde los beneficiarios de DACA puedan obtener un estatus migratorio legal, pero a su vez piden que este beneficio no sea a cambio de brindar más presupuesto para deportaciones u operativos migratorios contra personas que no han cometido felonías en Estados Unidos.
“Es importante que nos beneficiemos de eso pero también que nuestros familiares no sean deportados solo por ayudarnos a nosotros. Yo no soy nadie sin mis padres y sin mi familia, entonces quiero que un ‘Dream Act’ sea limpio… Claro que quiero visitar México pero quiero regresar a este país, entonces no me voy a ir, aquí me voy a quedar y vamos a seguir luchando”, aseguró Mariana Sarmiento.
Entre los oradores de este evento se encontraba Briceida Castro, una joven de 25 años de edad, que no es “dreamer” pero se ha sumado en apoyo a esta causa debido a que su hermana Deisy sí posee la Acción Diferida DACA.
“Informemos a la gente de lo que está pasando, que sepan que sí necesitamos el ‘Dream Act’, no solo para los “dreamers” sino para la comunidad. En una ciudad en crecimiento necesitamos a toda la gente, especialmente a los maestros como mi hermana (beneficiaria de DACA), doctores, trabajadores de hoteles, y todos”, mencionó Castro.
En muchas ocasiones el enfoque mediático se centra principalmente en conocer el sentimiento de los jóvenes beneficiarios de DACA ante la situación que viven desde el 5 de septiembre del 2017, cuando el presidente Trump terminó con este programa, pero la desesperación por el futuro incierto de los “dreamers” también impacta a sus familias.
“Esa presión puede causar estrés en los hogares de los inmigrantes, voy a luchar y a hacer lo que sea necesario”, afirmó Castro. “Siempre he visto a mis padres trabajar muy duro, casi no tienen ni un día de descanso. Estoy orgullosa de ellos y de la familia que tengo porque donde no hay dinero hay amor”, concluyó.