SAN DIEGO, CALIFORNIA.- El director de la organización Ángeles de la Frontera, Enrique Morones, el organizador del evento que permite que personas de ambos lados de la franja limítrofe se abracen al abrir una puerta sobre el muro, dijo que tratará de que el proyecto continúe, después de que surgió una polémica por una boda que se hizo viral en la que autoridades informaron que el novio tenía antecedentes criminales.
“Yo voy a hablar con el anterior jefe de la patrulla fronteriza en San Diego, porque fue durante su periodo (al frente de la corporación) que ocurrió este incidente”, dijo Morones a Inmigración.com. Apenas la semana pasada hubo un cambio de jefatura de la patrulla en el sector.
Sin embargo, el dirigente consideró que no solo su evento de “la puerta de la esperanza” está en riesgo, sino que “posiblemente vayan a cerrar el Parque de la Amistad, por lo menos por un tiempo, mientras se aclara todo esto”.
El parque es el único sitio en California donde tradicionalmente las familias acuden en fines de semana para verse directamente, a través del muro en zonas de tejido metálico o barrotes, para presentarse a nuevos integrantes de la familia por nacimientos o matrimonios, o para volverse a ver después de un tiempo.
El director del proyecto fronterizo del Comité de Servicios Amigos Americanos, Pedro Ríos, consideró “muy lamentable que se ponga en riesgo el parque, porque afecta a tantas personas para quienes es un lugar tan importante”.
Mencionó como ejemplo la misa de la Iglesia Fronteriza, una ceremonia con un reverendo en Estados Unidos y un pastor en México simultáneamente cada domingo, aún con lluvia, que reúne a los feligreses separados por el muro.
La oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y su dependencia patrulla fronteriza confirmaron por separado que van a revisar y a tomar decisiones sobre posteriores aperturas de la “puerta de la esperanza”, un proyecto que la patrulla considera humanitario y lleva a cabo con los Ángeles de la Frontera.
El conflicto surgió porque el novio de la boda en la apertura de la puerta el pasado noviembre, tenía desde hace ocho meses cargos por intentar pasar más de 130 libras de heroína, cocaína y metanfetaminas a través de la frontera, según las autoridades, un dato del que Morones y la patrulla fronteriza se culpan mutuamente argumentando que lo desconocían.
El sindicato de la patrulla en San Diego en una fuerte declaración dijo que Morones “utilizó a nuestros agentes, que terminaron por brindar seguridad a la boda de un cartel”.
Morones negó que supiera que iba a haber una boda. “Yo sabía que se iban a comprometer, se iban a mostrar los anillos, pero se iban a casar otro día”.
La patrulla dijo en comunicado sobre la boda que “este evento no autorizado ahora ha puesto en peligro los eventos futuros y la continua apertura de la puerta del muro fronterizo”.
Morones critica que la patrulla use esos términos y culpa a la corporación, que estaba encargada de revisar los antecedentes de todos los participantes.