Los restos de tres personas fueron encontrados el pasado fin de semana en el desierto de Arizona, a solo unos 300 metros de donde se quemó un vehículo de la Patrulla Fronteriza.

Se cree que al menos uno de ellos podría ser parte del grupo de amigos de Kevin, un joven hondureño que fue rescatado por los agentes federales luego de permanecer perdido durante ocho días en ese árido terreno, suceso que fue cubierto en exclusiva por un equipo de MundoHispánico.

El hallazgo fue gracias a la labor de los voluntarios de la organización humanitaria Águilas del Desierto, con sede en California, que realizaron una larga caminata por la zona.

Puede ver aquí el resto de las imágenes del rescate en la cuenta de Facebook de Águilas del Desierto (advertencia: imágenes fuertes).

El inmigrante se cree que había muerto recientemente, a lo mejor durante el mismo plazo en que salvaron a Kevin.

Ely Ortiz, presidente de Águilas del Desierto, narró a este periódico lo duro de esa tarea. Dijo que incluso uno de sus muchachos se desplomó en medio del desierto debido a las altas temperaturas.

“Nos paramos para tratar de reanimarlo y casualmente vi que unos zopilotes se levantaron de en medio de unos arbustos, fuimos a ver y ahí estaba el cadáver, que parecía tener solo un par de días de muerto, pero no contaba con ningún documento para identificarlo”, aseguró Ortiz.

Todo ocurrió en los alrededores del Cerro de la Aguja, ubicado a una milla y media al oeste de Ajo, cerca de donde se encontraba Kevin clamando por ayuda, pues no soportaba más la sed y el hambre.

Águilas del Desierto amplió la búsqueda en la misma zona y encontraron osamentas humanas, lo que evidencia que hacía más tiempo que habían fallecido, aunque eso aun no ha sido confirmado por el médico forense.

Al lado de uno de esos restos encontraron una identificación a nombre de Denis Rolando Martínez Núñez, con fecha de nacimiento del 20 de octubre de 1986 y originario de Honduras.

La Patrulla Fronteriza llevó a cabo durante varias horas la búsqueda de los amigos de Kevin, identificados como Alex Geovani y Oscar, ambos nativos de Honduras y Prudencio Ramírez, de El Salvador.

La búsqueda se extendió a 30 millas del lugar de donde lo encontraron, pero no tuvieron éxito con los compañeros de Kevin, pero sí hallaron a otros 11 inmigrantes, en su mayoría mexicanos, que también estaban extraviados, uno de los cuales murió en camino al hospital.

Nadie se imaginaba que tan cerca de donde uno de sus patrullas se quemó, estaría una persona fallecida. Y es que debido a lo inhóspito del terreno, es como buscar una aguja en un pajar.

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