“Dreamers” bloquearon el centro de San Diego por el Acta del Sueño

Dreamer Dulce García protestaDulce García, dreamer y abogada de inmigración durante la protesta de dreamers en San Diego el 4 de diciembre de 2017, pidiendo a la senadora Diane Feinstein que se comprometa con el futuro de los soñadores en este país. Foto Inmigración.com / Manuel Ocaño

SAN DIEGO, CA.– Un grupo de “dreamers” bloqueó el 4 de diciembre una de las principales intersecciones del centro de San Diego pidiendo a la senadora federal demócrata Dianne Feinstein que se comprometa a aprobar el presupuesto para el próximo año únicamente si incluye la propuesta del Dream Act o Acta del Sueño, que proporcionaría protección ante deportaciones a unos 800 mil jóvenes soñadores.

Dulce García, beneficiaria de DACA y además abogada de inmigración, dijo a Inmigración.com que el grupo decidió la protesta horas después de tratar de hablar con la senadora sin que se escucharan sus demandas.

“Nosotros pedimos a la senadora Dianne Feinstein que se una a otros senadores para votar ‘no’ a la propuesta de presupuesto federal, a menos que contenga la ley Acta del Sueño; si no lo incluye, debería votar en contra, pero hasta el día de hoy, ella no se ha comprometido con nuestra comunidad, no nos ha prometido eso”, dijo García.

La otra senadora federal de California, también demócrata, Kamala Harris, declaró en octubre que no evitará el cierre del gobierno si el presupuesto no contempla un arreglo migratorio para más de 800 mil jóvenes soñadores.

Pero la senadora Feinstein solo dijo que “no veo razones para que esa iniciativa no sea aprobada”.

El grupo de jóvenes en San Diego decidió entonces tomar la intersección de Broadway y la Calle Front, precisamente donde inicia el centro judicial en la ciudad, que alberga, entre otros, a la corte y el edificio de oficinas federales.

Con una manta en que exigían aprobación del Acta del Sueño y respeto a los dreamers; y una tarjeta de navidad del tamaño de una persona, en la que pedían la aprobación de Acta del Sueño antes de terminar este año, los jóvenes impidieron el paso de vehículos y la policía de San Diego tuvo que desviar de emergencia las arterias. No hubo detenidos.

La administración del presidente Donald Trump canceló en septiembre pasado el programa de Acción Diferida, DACA, y pasó al congreso, hasta marzo próximo, la decisión de conservar o eliminar el programa.

El mandatario pidió unir al DACA otras medidas migratorias, como la aprobación de fondos para el muro fronterizo, pero la actual propuesta ha tomado un nuevo giro hacia una ley Acta del Sueño “limpia”, independiente a cualquier otro asunto, incluso con posibilidad de residencia legal para los dreamers.

Un joven también beneficiario de DACA, Luis Tinoco, explicó que ahora es propietario de un pequeño negocio automotriz en el que emplea trabajadores estadounidenses y cumple con sus impuestos.

“Ya estuvo bien de vivir en las sombras; doy demasiado a este país, como para que no consideren darme residencia (legal) o ciudadanía”, comentó el empresario.

El voto de la senadora Feinstein, del Comité Judicial, es clave para los dreamer porque en California viven más del 25 por ciento de los jóvenes amparados por el DACA y se estima que hay cientos de miles más que iban a reunir los requisitos cuando el plan fue suspendido.

En California viven por lo menos 223 mil jóvenes soñadores, de acuerdo con cifras de la  Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS).

Si el programa queda sin efecto, California registraría pérdidas calculadas en once mil 600 millones de dólares anuales, según el Centro para el Progreso Americano en Washington.