Un grupo de trabajadores de la construcción nunca pensó que el camino que los llevaba a su trabajo los conduciría a la cárcel. El responsable: la matricula vencida del auto en el que se trasladaban.
Todo ocurrió cuando un agente de la oficina del alguacil del condado de Whitfield en Georgia se encontraba detenido al lado de la autopista I-75 cuando su radar dio una señal de alarma.
Una camioneta que recién pasaba al frente suyo mostraba que las placas y su registro estaban vencidos. Al ver esta señal en su escáner el agente prendió su auto y se dio a la cacería.
Luego de hacerle luces y de hacer orillar al vehículo, el oficial encontró a nueve personas viajando en su interior.
El patrullero le pidió al conductor la licencia y este le entregó una identificación guatemalteca por lo que fue arrestado inmediatamente por conducir sin una licencia válida.
Pero esto no le basto, al ver a todos los ocupantes del carro extremadamente nerviosos se dio a la tarea de pedirle sus documentos uno por uno.
La mayoría de los trabajadores le entregaron licencias y tarjetas de identificación de Honduras.
Mientras esto ocurría, dice el reporte oficial, una camioneta se estacionó detrás de su patrulla. El conductor de este vehículo le dijo al policía que venía con el grupo de trabajadores. Sin saberlo se había entregado al oficial que minutos más tarde se llevó a todo el grupo de indocumentados a la cárcel, para horas más tarde entregarlos a agentes de ICE.
Ahora el grupo de once indocumentados, en el que hay dos mujeres, están en un centro de detención en Atlanta a la espera de ser deportados.