WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dado marcha atrás en su amenaza de cerrar de manera parcial el Gobierno si los demócratas se niegan a incluir en el presupuesto los fondos para el muro con México, según publican hoy los diarios The Hill y The Washington Post.
Según esos medios, Trump ha dicho a los líderes republicanos del Congreso que no cerrará el Gobierno como dijo durante un mitin en agosto en Phoenix (Arizona).
Los diarios, que citan a fuentes legislativas, afirman que tanto Trump como los líderes legislativos han alcanzado un acuerdo para dejar de lado la petición de 1.600 millones de dólares para el muro que había formulado la Casa Blanca y que se había topado con gran oposición en el Legislativo.
En su mitin en Arizona, el multimillonario dijo que está dispuesto a caer en un cierre del Gobierno para presionar al Congreso a fin de aprobar fondos para un muro fronterizo, una de sus principales promesas de campaña.
“Ahora, los demócratas obstruccionistas no quieren que lo hagamos, pero créanme, si tenemos que cerrar nuestro Gobierno (lo haremos), vamos a construir ese muralla”, indicó entonces.
Incluir fondos federales en los presupuestos del año fiscal 2018, que se debatirán en el Congreso este mes, es para el magnate una de sus prioridades, sin embargo para los demócratas es una línea roja que no están dispuestos a cruzar, y sus votos son necesarios para aprobar cualquier legislación presupuestaria en el Senado.
Algunos republicanos, particularmente de estados a lo largo de la frontera sur, también han expresado escepticismo sobre la construcción de un muro que, además, el presidente pretendía hacer pagar a México.
Si el Congreso y la Casa Blanca finalmente no pueden llegar a un acuerdo, o no aprueban un proyecto de ley de gastos para al menos mantener la continuidad de los fondos aprobados en el actual año fiscal -alternativa conocida como Resolución de Continuidad-, el Gobierno se quedaría sin fondos y se vería obligado a un cierre parcial de sus actividades.
La última vez que esto ocurrió fue en 2013, cuando el senador republicano Ted Cruz forzó el cierre al no lograr incluir la retirada de fondos destinados a la reforma sanitaria del entonces presidente Barack Obama dentro de la ley presupuestaria, lo que llevó a la pérdida de cientos de miles de dólares y al desempleo temporal de miles de funcionarios.