SAN ANTONIO (TX).- Una audiencia de detención programada para el jueves para el chofer que está acusado de las muertes de 10 inmigrantes que fueron encontrados en el remolque de su camión en San Antonio, en un calor sofocante, fue cancelada.
Documentos de la corte federal muestran que la audiencia para James Thomas Bradley Jr. fue cancelada y una nueva fue programada para el 23 de agosto, cuando se espera Bradley dé una declaración por video.
Bradley Jr., de 60 años y residente de Clearwater, Florida, debe responder a cargos de transporte ilegal de inmigrantes con fines de lucro con resultado de muerte. De resultar culpable, podría ser condenado a la pena capital. Se le acusa de conducir un camión con remolque lleno de inmigrantes que fue descubierto el domingo por la mañana en el estacionamiento de un Walmart en San Antonio.
Al menos 29 inmigrantes sobrevivieron el fallido intento de tráfico de personas, dicen funcionarios estadounidenses. Doce de ellos seguían hospitalizados en San Antonio.
Las identidades de la mayoría de los muertos no fueron reveladas de inmediato. Sin embargo, una de las víctimas, un joven de 19 años que había sido deportado y trataba de reunirse con su familia en estados Unidos, fue identificado como un ciudadano guatemalteco por la diplomática Cristy Andrino.
Andrino le dijo a The Associated Press que Frank Guisseppe Fuentes emigró a Estados Unidos de niño y estaba en el camión remolque con esperanzas de eventualmente reunirse con su familia en Maryland.
Fuentes fue deportado en marzo tras ser encontrado culpable de agresión y amenaza por turba, dijo una vocera del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE).
Fuentes estaba protegido de deportación bajo el programa creado por el presidente Barack Obama para inmigrantes traídos ilegalmente al país durante su infancia, pero su status había expirado en junio del 2016, dijo ICE.
Autoridades del pueblo mexicano de Palo Alto, en el estado de Aguascalientes, identificó a otras de las víctimas como José Rodríguez Aspeitia, quien trabajaba en la industria de la construcción. Según indicó el vocero, Aspeita ya había pasado un tiempo en Estados Unidos antes de volver a la localidad en el centro de México y planear su más reciente viaje al norte de la frontera.
De acuerdo con el consulado mexicano en San Antonio, Aspeitia, quien fue rescatado del remolque pero falleció en un hospital, es uno de siete mexicanos que murieron en el incidente.
Bradley seguía bajo arresto el miércoles. Los investigadores creen que forma parte de una organización dedicada al tráfico de seres humanos que las autoridades intentan identificar y desmantelar, dijo un funcionario de inmigración.
Algunos de los 29 sobrevivientes dijeron a las autoridades que pagaron a contrabandistas para cruzar la frontera desde México. Una vez en Estados Unidos, abordaron camionetas que los llevaron al camión con remolque, en donde los traficantes los marcaron con cintas de colores para identificarlos a quienes los recogerían cuando una vez que llegaran a destino.
“Por supuesto que no es suficiente con detener al conductor. Tratamos de investigar e identificar las distintas piezas, las casas de acogida, los demás miembros, el origen del dinero”, dijo el agente a cargo de investigaciones de la policía de inmigración y aduanas ICE en San Antonio, Shane Folden a The Associated Press el martes.
“El objetivo final es desmantelar totalmente la organización. Eso no se logra enfocándose en un solo aspecto. Hay que ver cuáles son los blancos en potencia y los lugares posibles, tanto en el norte como en el sur”, aseguró.