WASHINGTON, DC.- Más de una veintena de personas se reunieron hoy frente a la casa de la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, para protestar contra la política de la Administración Trump de separar a los niños inmigrantes de sus padres tras cruzar la frontera sur.
Según indicó un organizador de la protesta en Twitter, Nielsen fue vista saliendo por la puerta trasera de la casa, cuando la protesta terminó, después de más de una hora de reivindicaciones.
Nielsen se ha convertido en el rostro de la política de separación familiar del presidente, Donald Trump, quien frenó esta medida a través de una orden ejecutiva el miércoles.
Al menos 2.500 niños inmigrantes han sido apartados de sus familias en las últimas seis semanas en la frontera, de acuerdo a datos oficiales.
No se trata del primer episodio de una protesta contra Nielsen, ya que el martes, mientras cenaba en el restaurante mexicano MXDC, a dos cuadras de la Casa Blanca, varias personas entraron al grito de “¡Qué vergüenza!” y “¡Acaba con la separación familiar!”.
El gerente del restaurante, Thomas Genovese, dijo al diario The Washington Post que Nielsen llevaba alrededor de una hora cenando cuando comenzó la protesta.
“¿Cómo te atreves a pasar la noche aquí cenando siendo cómplice de la separación y deportación de más de 10.000 niños separados de sus padres? ¿Cómo puede disfrutar de una cena mexicana mientras está deportando y encarcelando a decenas de miles de personas que vienen aquí buscando asilo en Estados Unidos?”, le espetó un hombre, según se puede comprobar en los vídeos viralizados en las redes sociales.
“¡Hacemos un llamamiento para que se ponga fin a la separación familiar y se elimine ICE! (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas)”, añade el hombre.
Las imágenes muestran a Nielsen cabizbaja ante los gritos de los manifestantes, y en cierto momento coge el teléfono para hacer una llamada.
La secretaria de Seguridad Nacional estadounidense se ha convertido en el foco de las críticas, especialmente después de que asegurara que el Gobierno no tiene que pedir perdón por la separación familiar de miles de menores inmigrantes.