WASHINGTON.- La dura política migratoria del presidente, Donald Trump, provoca ansiedad a los niños hijos de inmigrantes, según un nuevo estudio publicado por el Center for American Progress (CAP).
El miedo que sienten en sus comunidades, la amenaza de la separación familiar y el temor a la deportación causan a los niños un estrés que, prolongado, puede cambiar su arquitectura cerebral y alterar negativamente su desarrollo físico, cognitivo y emocional.
“La agenda de deportación masiva del Gobierno evidencia un notable desprecio por el bienestar emocional y físico de los niños estadounidenses y, como resultado, el propio futuro de nuestro país”, indicó en un comunicado Tom Jawetz, vicepresidente de inmigración de CAP.
Los niños no solo afrontan su propio estrés sino que viven también uno “de segunda mano”, el de sus padres.
Asimismo, el estrés familiar puede afectar a la salud de las mujeres embarazadas y a sus bebés, señala el estudio.
La situación se agrava por las barreras que tienen muchos inmigrantes para acceder a una atención médica adecuada y a una alimentación saludable.
En las comunidades de inmigrantes en situación irregular los números de inscritos en programas públicos de ayuda son bajos, por el miedo que tienen a interactuar con las instituciones.
“La cultura del miedo creada por la deportación masiva tiene consecuencias significativas para los niños y puede socavar su capacidad de prosperar. La agenda de deportación masiva de Trump tendrá un impacto duradero en los futuros estudiantes, fuerza laboral y líderes de nuestra nación”, señaló Leila Schochet, investigadora asociada al CAP.
Este centro de estudios, con sede en Washington y de tendencia progresista, concluye que el impacto duradero del estrés y las barreras del acceso a ayudas pueden tener consecuencias a largo plazo para la economía estadounidense.
Quienes enfrentan adversidades durante la infancia -como el trauma, la separación de los padres o la pobreza extrema- son más propensos a tener mala salud, abandonar la escuela secundaria, estar desempleados y vivir en la pobreza en la edad adulta.
El estudio, según explicó una portavoz del CAP a Efe, se efectuó a partir de un análisis de la literatura existente al respecto, de una investigación de estudios publicados sobre el tema en los campos de la educación temprana y la inmigración, además de una entrevista con un beneficiario del programa DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia).