WASHINGTON.- Varios grupos defensores de los derechos civiles, como la Unión para las Libertades Civiles en América (ACLU), pidieron hoy al Gobierno mayor protección para las mujeres embarazadas detenidas en centros de detención de inmigrantes.
Las organizaciones interpusieron una queja administrativa ante el Departamento de Seguridad Nacional, encargado de la política migratoria y al que pertenece el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), responsable de los centros de detención para inmigrantes.
En su queja, los grupos dijeron estar “gravemente preocupados” por el “incumplimiento” por parte de ICE de sus propias políticas para proteger a las mujeres embarazadas que, en algunos casos, perdieron a sus hijos debido a la “falta de atención médica” mientras estaban en custodia.
Consideran los grupos que “el trato inhumano” sufrido por las mujeres es especialmente preocupante debido a las iniciativas del presidente, Donald Trump, para expandir las instalaciones dedicadas a detener a los inmigrantes a la espera de que se produzca su deportación.
En declaraciones a Efe, la portavoz del ICE, Jennifer Elzea, aseguró que la agencia está “comprometida a garantizar la salud, la seguridad y el bienestar de todos los que están bajo su cuidado”.
De acuerdo con los criterios de ICE, todas las mujeres mayores de 56 años son examinadas poco después de entrar en los centros para ver si están embarazadas y si, ese es el caso, pueden acceder a atención prenatal y educativa dentro de las instalaciones y a un especialista, que se encuentra en el exterior.
Según detalló Elzea, las políticas actuales del ICE establecen también que los agentes, cuando ponen en libertad a las mujeres, no les pueden colocar monitores de radiofrecuencia, conocidos como “grilletes electrónicos” y que llevan otros inmigrantes para conocer su localización.
En todo caso, tanto si una mujer está embarazada como si no, ICE lleva a cabo una revisión “caso por caso”, tendiendo en cuenta las circunstancias particulares de cada individuo para determinar si debe salir en libertad, según indicó a Efe un alto funcionario de ICE, que pidió el anonimato.
Los grupos, en su queja presentada ante el Departamento de Seguridad Nacional, citan los casos de diez mujeres que “ilustran una preocupante tendencia” de falta de atención y cuidados médicos hacia las mujeres embarazadas.
Uno de los testimonios que se recogen es el de Teresa, nombre ficticio y quien estaba embarazada de cuatro meses cuando llegó a Estados Unidos y sufrió un aborto mientras se encontraba recluida en el centro de Otay Mesa, cerca de la ciudad de San Diego, en el estado de California.
Después del aborto, Teresa, de 31 años, ha seguido sufriendo “problemas médicos serios, incluidos fuertes sangrados”, según las organizaciones.
Finalmente, ante las peticiones de su abogado, el Departamento de Seguridad Nacional concedió a Teresa la oportunidad de quedarse en el país de manera temporal debido al miedo que tiene la mujer a volver a Honduras, una de las naciones que más inmigrantes envían a EEUU, junto a El Salvador y Guatemala.
Teresa continúa, por el momento, en el centro de detención de California, donde está experimentando dificultades para adquirir la medicación que necesita para curarse, según las organizaciones.
“Dada la gravedad de estas violaciones y el impacto inmediato que tienen en la salud y la seguridad de las mujeres en centros de detención para inmigrantes, les pedimos que revisen estos casos y este tema de manera expedita”, exigieron las organizaciones en su queja.
Según los datos disponibles de este año fiscal (de octubre de 2016 hasta 18 de septiembre de 2017), el ICE ha tenido 67.730 mujeres bajo su custodia, de las que 525 estaban embarazadas, lo que supone un 0,78 % del total, según datos proporcionados a Efe por un alto funcionario de la agencia.
Estas cifras son acumulativas y no implican que todas esas mujeres embarazadas sigan bajo custodia de las autoridades migratorias.
De hecho, hasta el 13 de septiembre, 33 mujeres estaban bajo custodia de ICE y su embarazo se había confirmado mientras estaban recluidas.