Inmigración

Peregrinos de Los Ángeles pedirán a la Guadalupana por los inmigrantes

PEREGRINOS DE LOS ÁNGELES PEDIRÁN A LA GUADALUPANA POR LOS INMIGRANTES

Fotografía cedida tomada hoy, viernes 7 de julio 2017, en el aeropuerto de Los Ángeles (California), en donde aparecen algunas personas de uno de los grupos que viaja a México para asistir este sábado a una misa en la Basílica de la Virgen de Guadalupe en Ciudad de México, en la que pedirán por los inmigrantes que viven en Estados Unidos. Foto EFE/Arquidiócesis de Los Ángeles

LOS ÁNGELES.- Más de un centenar de fieles de Los Ángeles viajaron al país vecino para asistir este sábado a una misa en la Basílica de la Virgen de Guadalupe en Ciudad de México, en la que pedirán por los inmigrantes que viven en Estados Unidos.

En la Primera Peregrinación Arquidiocesana de Los Ángeles presentarán las peticiones de miles de personas ante la Guadalupana en un viaje que contará con la presencia del arzobispo, Monseñor José Gómez, caracterizado por su férrea defensa de los inmigrantes.

“Pensé que sería muy bueno que tuviéramos una peregrinación a la Basílica de Guadalupe desde la arquidiócesis de Los Ángeles cada año, y esta sería la primera”, explicó hoy a Efe el arzobispo.

Gómez destacó la importancia de orar por las necesidades de la comunidad latina, pues éste es un “tiempo muy oportuno para pedirle especialmente a Nuestra Señora de Guadalupe por la situación de los inmigrantes en los Estados Unidos”.

En total, 102 peregrinos viajaron para asistir mañana a una celebración eucarística presidida por monseñor Gómez en la basílica de la Patrona de las Américas.

Parte de las peticiones que lleva el arzobispo fueron recogidas en la Misa Anual en Reconocimiento a Todos los Inmigrantes, celebrada el pasado 18 de junio en la catedral angelina a la que asistieron cerca de 4.000 personas.

Otras han sido puestas por los usuarios en el sitio de internet TheNextAmerica.com, creado por la arquidiócesis recientemente para “crear conciencia y ofrecer recursos, mostrando la perspectiva cristiana sobre inmigración”.

Para Julie Márquez, quien viaja con su esposo, Raúl, la visita tiene un gran significado personal y religioso y representa además una gran oportunidad para visitar la Basílica, donde se encuentra la tilma (o manto) original de San Juan Diego, que contiene la imagen milagrosa de Nuestra Señora de Guadalupe que apareció en 1531, dar gracias y además pedir por la familia.

“Vamos a pedirle a la Señora por la familia, porque la familia es la raíz de la sociedad y lo más importante que tenemos”, aseguró.

El arzobispo Gómez también tendrá muy pendiente en sus peticiones a todas las familias incluyendo aquellas con miembros que pueden correr el riesgo de la deportación.

“Han sido unos meses muy difíciles para todos los inmigrantes, especialmente para los que no tienen documentos, porque hay mucho miedo”, afirmó el arzobispo mexicano.

“Incluso en las familias los niños tienen miedo de que sus papás sean deportados y la gente no quiere ir, a veces, a la iglesia o al mercado porque tiene miedo de que se encuentren con el ICE (Servicio de Inmigración y Aduanas) y los deporten”, agregó el actual vicepresidente de la Conferencia de Obispos Católicos de EE.UU.

Según destacó el arzobispo católico, el defender los derechos de los inmigrantes no es un asunto político sino una responsabilidad social y doctrinal de la Iglesia.

“Lo que nosotros tratamos es simplemente hacerle ver a la sociedad, a los gobernantes, que todos tenemos que respetar la dignidad de la persona humana y la unidad de la familia”, dijo.

“También estamos de acuerdo que tiene que haber cierto control la fronteras, que cada país tienen derecho de controlar sus fronteras, pero que de alguna manera tenemos que buscar una solución a la realidad migratoria del mundo en que vivimos de la que el Papa Francisco ha hablado tanto”, explicó.

Las peticiones de toda la arquidiócesis de Los Ángeles que comprende cerca de cinco millones de fieles seguirán siendo recogidas para ser presentadas en una misa en la Basílica de Ciudad de México el 7 de julio de 2018.

De esa manera, se cumplirá el deseo del arzobispo de continuar una celebración anual. “Espero que se repita cada año. Dios quiera”.

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