AUSTIN, TX.- La decisión del presidente de EE.UU., Donald Trump de militarizar la frontera con México fue recibida con agrado por el Sindicato Nacional de la Patrulla Fronteriza (NBPC), que valoró la medida como el acto de un mandatario que “realmente quiere su país y a los ciudadanos de su país”.
El portavoz del NBPC, Art del Cueto, reclamó en una entrevista con Efe más efectivos para vigilar el área fronteriza ante el volumen de inmigrantes indocumentados que reciben cada día, por lo que, con la llegada de la Guardia Nacional “más personas podrían ver lo que está pasando allí”.
Del Cueto especificó que no se trata de una estrategia novedosa, ya que anteriores Administraciones desplazaron militares a la frontera, aunque ante la cascada de reacciones sobre la propuesta de Trump, cree que “el concepto de moda es atacar” las decisiones del Gobierno actual.
“Es lindo tener un presidente como Trump, y lo digo como hispano, muchos países hispanos querrían tener alguien que realmente quiere a su país y a los ciudadanos de su país”, valoró.
El portavoz aclaró que a pesar de que el número de indocumentados disminuyó durante una temporada, volvió a subir en los últimos meses, motivado, entre otras razones, por el programa de “atrapar y soltar”, en el que los individuos son arrestados y al no haber jueces migratorios suficientes son dejados en libertad.
El mes pasado se registraron 50.308 aprehensiones en la frontera, lo que supone un incremento del 203 % respecto a las 16.588 del mismo mes de 2017, cuando se había producido un notable descenso en el flujo de indocumentados debido al temor despertado entre ellos por la llegada al poder de Trump.
El agente Chris Cabrera, de la Patrulla Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), coincidió con ese argumento y explicó en un medio local que las unidades del sector del Valle del Río Grande (Texas), una de las zonas con más tráfico de personas, se encuentran abrumadas ante esta situación.
En febrero de este año también hubo un aumento del 55 % en el número de arrestos en la frontera con respecto al mismo mes de 2017, al registrarse 36.695 detenciones frente a las 23.555 de un año antes, según las últimas cifras por la CBP.
Ante estos datos, el Sindicato Nacional de la Patrulla Fronteriza apoya al 100 % la construcción del muro de concreto entre Estados Unidos y México, por considerar que “ayudaría” a reducir el número de entrada no solo de personas de forma ilegal, sino también de los cargamentos de droga.
“En una casa cerrada entran menos ladrones que en una casa abierta (…) no tiene nada que ver con odiar a México o a Centroamérica”, dijo Del Cueto.
El portavoz consideró que ante la falta de autoridades fronterizas, la construcción de la pared en ciertas áreas estratégicas supondría un obstáculo para aquellas personas que quieren entrar, puesto que aumentaría su tiempo de cruce y daría la oportunidad a los agentes para intervenir a tiempo.
El Gobierno insiste en que el Congreso es el único con poder para cambiar el sistema migratorio del país, por lo que debe aprobar una ley cuanto antes y, de hecho, esta semana anunció que pronto enviará una nueva propuesta migratoria al Legislativo, aunque aún no se conoce el contenido de ese plan.
Sin embargo, han surgido ciertas voces más escépticas ante los planes del presidente que interpretan su decisión como una manera de presionar para conseguir un aumento del presupuesto para la construcción del muro y para satisfacer a su base.
El legislador demócrata Rubén Gallego, representante de Arizona, consideró que Trump está utilizando a los “valientes hombres y mujeres en uniforme para enviar un mensaje político divisivo” y que su decisión “es un insulto” a las Fuerzas Armadas.