WASHINGTON.- Varias organizaciones hispanas y una coalición que agrupa a un centenar de universidades se concentraron hoy en el Capitolio para pedir al Congreso de EE.UU. que apruebe una protección permanente para los “soñadores” antes del viernes.
“Queremos una solución que dé a los jóvenes una oportunidad para convertirse en ciudadanos americanos y que signifique que sus padres también tengan vías para conseguirlo”, explicó en declaraciones a Efe Roger Rocha, presidente de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC).
Este grupo civil y la Federación Hispana (HF) reunieron a unos 150 “soñadores” llegados de diferentes estados del país en el Capitolio nacional para ejercer presión a congresistas y senadores para que aprueben una ley antes del viernes.
El congresista por Arizona Raúl Grijalva, que también participó en la rueda de prensa, aseguró que él y muchos de sus colegas no votarán a favor de propuestas que no ofrezcan un camino hacia la ciudadanía para los 800.000 jóvenes indocumentados que estaban amparados por el programa de Acción Diferida (DACA).
“Muchos de nosotros no vamos a apoyar algo que no incluya una solución permanente en la ley”, afirmó el congresista demócrata ante los medios.
Además, Grijalva indicó que el trato para resolver la situación de estos jóvenes “depende mucho de la respuesta de la Casa Blanca”, después de los numerosos acuerdos bipartidistas a los que se han llegado ya.
La presidenta de la Federación Hispana, Laura Esquivel, recordó ante los medios que desde que el presidente estadounidense, Donald Trump, decidió acabar con el programa DACA en septiembre, aproximadamente 15.000 jóvenes indocumentados han perdido su protección legal y están sujetos a la deportación.
“A pesar de que ha habido una pausa gracias a una decisión de una corte, necesitamos una solución permanente; no una batalla legal eterna”, añadió Esquivel aludiendo al fallo de un juez de California que revivió parcialmente el programa DACA.
En un evento paralelo en otra zona del Capitolio, la Alianza de Presidentes en Educación Superior e Inmigración, que incluye un centenar de presidentes de universidades de toda la nación, hizo también un llamamiento al Congreso para que apruebe una ley que salve de la deportación a miles de estudiantes universitarios.
Uno de los fundadores de esta iniciativa, el profesor de la Universidad George Washington, Louis Caldera, indicó a Efe que esta nueva alianza se creó porque las cuestiones de inmigración son “sumamente importantes” para las universidades de EE.UU.
“Las cuestiones migratorias son sumamente importantes para nuestras universidades, estudiantes y el conjunto del país”, apuntó Caldera.
El profesor denunció que si los alumnos universitarios indocumentados no están protegidos perderán su habilidad para seguir formándose y poder trabajar en el “único país que conocen”.
La mexicana Ana Muñoz, estudiante de Neurociencia en la Universidad DePauw, situada en Indiana, relató a Efe que su protección con el programa DACA termina en noviembre, una cuestión que le provoca “inquietud y miedo”.
“Nadie quiere vivir con esa inquietud”, apostilló la joven.
En septiembre del año pasado, Trump anunció el fin de DACA, pero pidió al Congreso que buscara una solución legislativa antes del próximo 5 de marzo.
Una vez que venza esa fecha, los “soñadores” podrían ser deportados.
Recientemente, el Gobierno de Trump se ha visto obligado a reanudar la renovación de las solicitudes de DACA debido a la orden del juez de California, y precisamente el pasado fin de semana los Servicios de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) anunciaron la aceptación de solicitudes para aquellos que hubieran gozado ya de sus beneficios con anterioridad.