CIUDAD DE GUATEMALA, GUATEMALA.- La Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) de Guatemala expresó hoy su preocupación por la violencia y las bajas expectativas de desarrollo que generan la migración forzada en Guatemala y en otros países de Centroamérica.
Con motivo del Día Nacional del Migrante que se conmemora el primer domingo de septiembre de cada año, la PDH dijo en un pronunciamiento que la migración debe abordarse desde una perspectiva histórica y estructural.
Para la Procuraduría “es una preocupación la violencia generalizada que afecta a los países de la región centroamericana que han provocado migraciones forzadas por temores de persecución”, aseguró.
También atribuyó la migración a los altos niveles de impunidad, la existencia de las pandillas, el crimen organizado y el tráfico de drogas, lo cual hace más vulnerable el país.
“Vemos con extrema preocupación que el Estado de Guatemala no ubique a las personas migrantes como el centro de atención de las acciones para atender la problemática”, manifestó.
Las personas migrantes, nacionales o extranjeras, deben ser atendidas de forma integral y promover el desarrollo de una vida digna en sus comunidades o durante el tránsito por el país, agregó.
“El principal desafío para los migrantes en Guatemala es que es un país sin oportunidades concretas para atender sus necesidades básicas”, advirtió.
Enfatizó que la violencia generalizada y el abandono estructural “son obstáculos para el desarrollo de un alto porcentaje de la población guatemalteca”.
Según la PDH, los programas que impulsa el gobierno para atender a los migrantes son “emergentes” como la asistencia en transporte a deportados, cambios de visa y recepción en fronteras o aeropuertos.
En Estados Unidos se estima que viven unos tres millones de guatemaltecos migrantes, 800.000 de ellos indocumentados.
El año pasado las autoridades migratorias estadounidenses deportaron a 32.833 guatemaltecos y sólo en los primeros ocho meses de 2018 la cifra alcanzó las 33.773 deportaciones.