WASHINGTON.- El secretario de Defensa, James Mattis, afirmó hoy que su departamento y el de Seguridad Nacional han alcanzado un acuerdo para evitar la deportación de aquellos “soñadores” (jóvenes indocumentados que llegaron al país de niño) que actualmente formen parte de las Fuerzas Armadas.
El secretario informó a un grupo de periodistas presentes en el Pentágono de que hoy habló con su homóloga en el Departamento de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, para confirmar que “ningún militar en activo corre peligro” de deportación.
“Cualquiera que se haya alistado, que esté en servicio activo, en la reserva o que se haya licenciado con honores no será objeto de ningún tipo de deportación”, aclaró el general retirado, si bien no quiso entrar en detalles sobre cuál será la vía para que puedan permanecer en el país ya que, según dijo, no es “especialista” en temas migratorios.
Mattis hizo ese comentario después de que la portavoz del Departamento de Defensa, Dana White, declarara en una rueda de prensa que el Pentágono está valorando “distintas opciones”, pero “es una decisión que está en manos del Departamento de Justicia”.
De acuerdo con los últimos datos oficiales, cerca de 690.000 “soñadores” son actualmente beneficiarias del programa DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, por sus siglas en inglés), de los cuales unos 900 sirven actualmente en las Fuerzas Armadas, según datos del Pentágono.
Fue el presidente Donald Trump quien puso la situación de los “soñadores” en riesgo cuando el pasado 5 de septiembre anunció el fin de este programa, que fue impulsado en 2012 por su predecesor, Barack Obama, e invitó al Congreso a encontrar una solución permanente antes de que el programa sea suspendido el 5 de marzo
Sin embargo, en los últimos meses los beneficiarios de este programa se han convertido en una moneda de cambio entre demócratas y republicanos en las negociaciones para aprobar el presupuesto federal, que, de no obtener la aprobación del Congreso antes de esta medianoche, podría provocar el cierre parcial del Gobierno.
Numerosas voces a lo largo de todo el país venían exigiendo en los últimos meses una solución, sobre todo, para aquellos “soñadores” que habían servido en el Ejército.
“En estos momentos, en términos de la situación del DACA, en otras palabras, sobre cómo afecta a nuestros chicos en servicio activo, hay que aclarar que no corren peligro”, aseguró Mattis.
El secretario explicó que sólo existirán dos excepciones por las que un “soñador” de las Fuerzas Armadas podría ser expulsado del país: que pesen sobre él cargos criminales “serios” o que un juez federal dicte una orden de deportación, en cuyo caso, el Pentágono “respetará” la decisión judicial.
“Esas dos situaciones podrían ponerles en peligro, pero igual que a cualquier otro ciudadano”, sostuvo el jefe del Pentágono, quien aclaró, además, que en el caso de simples delitos menores la deportación “no estaría contemplada”.
En todo caso, Mattis aseveró que los soldados deben estar tranquilos puesto que ni siquiera sabe de casos que se ajusten a ninguna de estas dos premisas.