PHOENIX, AR.- La escritora Fey Berman ha retratado en su obra “Mexamérica, una cultura naciendo” a una población representativa de hispanos que tienen raíces en México y ha logrado sobresalir sin el estigma del “migrante que alcanzó el sueño americano”.
“Existe una visión positiva que no se reduce únicamente al folclor del mexicano, tenemos una cultura rica en México, somos más que cantantes y tacos, sería muy parco pensarlo de esa forma”, dice a Efe Berman, quien nació en México, pero desde hace 30 años reside en Nueva York.
En su libro hace un recuento de los científicos, artistas, escritores, profesionales y trabajadores de distintas áreas que son parte de las primeras generaciones de “mexoamericanos” nacidos en Estados Unidos.
Algunos ni siquiera conocen México, pero saben que es parte de su cultura, aunque su vida la desarrollan en otro país.
“Somos 37 millones de mexicanos en el país que contribuimos de manera importante a la identidad norteamericana, pero los gringos no nos quieren ver como parte de su cultura, ni México quiere darse cuenta que somos distintos. Nos desarrollamos en un contexto diferente, con otros latinos, anglos, afroamericanos, de donde surge el sincretismo”, dice Berman.
“Hay una versión caricaturesca de cómo somos, pero no se habla de los científicos, los compositores de música clásica, los grandes empresarios, nos ubican cuando se trata de narcos y robar empleos”, relata la escritora.
El libro de Berman, que ha estudiado el fenómeno social latino durante años, se ha promocionado en México y hace un mes fue lanzado en Estados Unidos.
“Llevo muchos años escribiendo sobre esto, hice una selección de los ensayos que considero agregan una visión de lo que somos y de lo que no se habla, siempre se pone especial énfasis en el asunto de los indocumentados, las remesas, los narcotraficantes”, aclaró.
Según las estimaciones del Censo, la población hispana en Estados Unidos sigue en aumento y en 2017 puede llegar a la cifra récord de 58,6 millones, de los cuales un 63,3 % (37,09 millones) es de origen mexicano.
La escritora, que es doctora en artes y ha colaborado en medios como Nexos, Milenio, Personae, Día Siete, Confabulario y Letras Libres, no se considera estadounidense, pero tampoco mexicana, más bien se describe como una ciudadana que conserva sus raíces.
“Tengo 30 años viviendo aquí, hice mi vida de este lado, aunque a cada rato voy a mi país de origen, estoy adaptada a la cultura norteamericana, me doy cuenta que ya no soy de México”, explicó.
A su juicio las políticas y la retórica antiinmigrantes del presidente de EE.UU., Donald Trump, no van a hacer que los que ya están aquí regresen a sus países.
“Aun así, la gente que está aquí no se va a regresar a México, si no es porque los deportan, muy poca gente se quiere regresar a pesar de la era de Trump, todavía creemos en la otra versión de Estados Unidos, uno piensa que esto del racismo va a terminar, tenemos la esperanza”, dice.
El libro de 350 páginas describe casos de éxito como el de Alfredo Quiñones-Hinojosa, quien empezó recogiendo tomates y ha llegado a convertirse en uno de los neurocirujanos más reconocidos del país.
“Hay historias de mucha resilencia, el libro está enfocado en la parte optimista de los mexicoamericanos. Han salido muchos libros -dice- de cómo nos han fregado (fastidiado) las deportaciones de Barack Obama y el racismo de Trump, pero existen otras historias”.