LOS ÁNGELES, CA.- Un agente de policía de la ciudad de Anaheim (California) usó fuerza excesiva al disparar y matar al hispano Manuel Díaz en medio de una persecución a pie, dictaminó hoy un jurado federal en una corte del Condado de Orange.
El fallo contrasta con la decisión de la Fiscalía del Condado de Orange que liberó al oficial Nick Bennallack y a su compañero Brett Heitmann de cualquier cargo criminal por el deceso en julio del 2012 del joven de 25 años.
De acuerdo con los testimonios de los agentes, Díaz se echó a correr por el estacionamiento de un vecindario cuando vio la patrulla y no obedeció las órdenes de detenerse.
Los oficiales defendieron su decisión argumentando que el latino parecía estar armado.
Según el testimonio de Bennallack, el agente pensó que Díaz tenía un arma porque “llevaba las manos cerca de su cintura, donde normalmente se guarda un arma”, dijo.
Un día después del deceso de Díaz, la policía se vio involucrada en otro tiroteo en el que resultó muerto el también hispano Joel Acevedo, de 21 años.
Los hechos desencadenaron una serie de revueltas por cuatro días consecutivos y varias acciones legales.
Díaz y Acevedo fueron la quinta y sexta de las personas que murieron en un tiroteo en el que estuviera involucrado un agente de la policía de Anaheim en el 2012.
Al final del año, las muertes, la mayoría de hispanos, llegaron a nueve.
El abogado que representó a la ciudad de Anaheim en el juicio, Steven Rothans, advirtió que los oficiales estaban en un vecindario conocido por sus altos índices de criminalidad, y que Díaz parecía estar vestido como un miembro de una pandilla cuando los oficiales intentaron acercársele.
Genevieve Huizar, madre de Díaz, perdió un primer intento de justicia pero llevó el caso a la Corte del Noveno Circuito de Apelaciones, que ordenó este nuevo juicio.
Los jueces federales opinaron que la supuesta afiliación de Díaz a una pandilla no debería ser considerada.
La familia de Díaz siempre ha alegado desde el primer momento que Manuel “fue asesinado debido a su raza”.
Tiene interpuesta una demanda contra la policía y la ciudad de Anaheim en la que solicita una indemnización de 50 millones de dólares.