SAN DIEGO, CA.- Una juez de Inmigración concedió libertad bajo palabra a Perla Morales-Luna, madre de tres jóvenes que fuera detenida en un operativo de la Patrulla Fronteriza captado en un par de vídeos que luego se hicieron virales.
En audiencia realizada en una sala del centro de detención de Otay Mesa, la juez Zsa Zsa Depaolo tomó en consideración las cartas de apoyo que recibió la inmigrante mexicana, entre las que se encontraba una del alcalde de la ciudad National City.
La juez, además, no vio en Morales-Luna un riesgo para la comunidad o que pretendiera huir del país.
Sus tres hijas no ocultaron la emoción de saber que su madre podrá continuar su proceso en libertad muy probablemente esta tarde, según se indicó en la audiencia.
“Estoy feliz de que se está haciendo justicia porque mi mamá es una persona muy buena y ella no mereció que esto le pasara”, declaró al término de la audiencia su hija Yessica, quien aseguró haber amanecido con el presentimiento de que su madre regresaría a casa.
Chantel, otra de las hijas de Morales-Luna, agradeció a todas las personas que “apoyaron y rezaron” por su madre, y se manifestó contenta de que podrá volver a abrazarla y decirle que la quiere.
Luego de que la inmigrante mexicana indicara que se hace cargo de sus tres hijas con su trabajo como cocinera en una “lonchera” de mariscos, al poseer ingresos semanales de entre 400 y 600 dólares, la juez optó por no fijar fianza, aunque sí le dejó en claro que tiene la responsabilidad de seguir presentándose en corte en lo que resta de su proceso migratorio.
Perla Morales-Luna fue detenida el pasado 3 de marzo por agentes de la Patrulla Fronteriza en una calle de National City al salir de su casa a pagar la renta en compañía de sus tres hijas.
El arresto realizado en una vía pública de esta ciudad ubicada al sur de San Diego, fue blanco de críticas luego de que se hicieran públicos dos vídeos captados por testigos, que muestran cómo agentes fronterizos, algunos de ellos vestidos de civiles, interceptaron a la mujer ante la mirada y llanto de sus hijas para realizar una posible deportación.
En su momento, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) detalló a través de un comunicado que la detención se basó en sospechas de que la mujer podría estar involucrada en una organización de tráfico de personas.
Durante la audiencia, se reveló que una de tres personas involucradas en un incidente de tráfico había nombrado de alguna forma a Morales-Luna, por lo que el gobierno estadounidense la habría buscado.
Pese a que la jueza de Inmigración señaló que a ella no le corresponde dictar sentencia sobre dicha acusación, la defensa mostró documentos para consideración en los que se indica que el gobierno desechó el caso contra dicho grupo de personas.
Andrés Moreno II, abogado de Morales-Luna, reconoció que su clienta conoce a una de esas personas, pero no por algún vínculo criminal.
“Nuestra posición ha sido desde el principio y sigue siendo hasta ahora que nuestra clienta no tiene nada que ver con nada de eso”, reiteró el abogado, quien confía en que la inmigrante mexicana tiene un buen caso para pelear su permanencia en el país. “La próxima pelea será eso”, concluyó el abogado.