Tucson, AZ.- El juicio en contra de cuatro voluntarios del grupo No Más Muertes que enfrentan cargos por colocar agua en la frontera de Arizona para salvar la vida de inmigrantes indocumentados comenzó este martes 15 en la corte federal en Tucson con la presentación de los argumentos iniciales.
Los voluntarios enfrentan cargos menores por ingresar y colocar galones de agua dentro del Refugio Nacional de Vida Salvaje de Cabeza Prieta, una remota área al sur de la población fronteriza de Ajo donde 91 inmigrantes indocumentados han muerto desde 2014.
Durante los argumentos iniciales, la defensa aseguró que las autoridades migratorias de Estados Unidos están “diseñadas” para “matar” al obligar a los inmigrantes a buscar las zonas más apartadas del desierto para cruzar la frontera.
Los voluntarios del grupo humanitario consideran que los cargos en su contra son una represalia por su trabajo en la frontera.
El verano de 2017 fue uno de los más mortales en la frontera de Arizona con la muerte de 32 inmigrantes dentro del refugio de Cabeza Prieta.
Durante este periodo, los voluntarios de No Más Muertes mantuvieron una constante presencia en la zona y colocaron agua y respondieron a llamadas de inmigrantes extraviados en la zona.
Fue en el invierno del 2017 que los voluntarios provenientes de lugares como Nueva Orleans, Minneapolis y Seattle comenzaron recibir notificaciones de los cargos en su contra por parte del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos (USFWS).
Entre los cargos se encuentran manejar autos dentro de la reserva natural, abandono de propiedad, al dejar las botellas de agua, y entrar al refugio sin permiso.
Durante el inicio del juicio, Michael West, oficial del USFWS, testificó que el refugio de vida salvaje no cuenta con una fuente de agua para consumo humano y dijo estar al tanto de las muertes de inmigrantes registradas en este lugar.
Indicó que el 1 de julio de 2017 esta agencia federal cambió su política y estableció que era delito dejar agua o comida dentro de Cabeza Prieta, es decir, un mes antes de que los voluntarios comenzaron su trabajo humanitario.
En total son nueve los voluntarios del grupo de No Más Muertes que enfrentan cargos de este tipo.
Uno de los casos más significativos es el del profesor de la Universidad del Estado de Arizona Scott Warren, quien tiene dos juicios, uno en febrero por cargos menores por colocar agua en Cabeza Prieta y otro en marzo por albergar a indocumentados.
Warren enfrenta cargos de conspiración relacionados con su trabajo humanitario con No Más Muertes y en caso de ser declarado culpable enfrenta una pena máxima de 20 años de prisión.