Tegucigalpa, Honduras.- El Gobierno de Honduras hizo hoy un llamado “a los países de tránsito y destino a que se respeten los derechos humanos de los migrantes centroamericanos en base al derecho internacional, priorizando el interés superior del niño”.
Además, en un comunicado de la Secretaría de Relaciones Exteriores, el Gobierno hondureño dijo que condena “que se esté haciendo uso de balas de goma, atentando contra la integridad de los centroamericanos, quienes están enfrentando un ambiente hostil, difícil y peligroso”.
El comunicado no precisa si las balas de goma que estarían siendo disparadas a los migrantes proceden de territorio de México o Estados Unidos.
El Gobierno de Tegucigalpa reiteró su “compromiso de atender y proteger a los hondureños que se encuentren en situación de vulnerabilidad, específicamente en la frontera entre México y Estados Unidos” y reiteró su solicitud a la ONU para que acompañe “las gestiones” de las autoridades y fortalezca “la asistencia y protección de los migrantes”.
La Cancillería hondureña, además, “continuará atendiendo todas las solicitudes de retornos voluntarios” por medio de “un retorno digno, seguro y asistido”, concluye la información oficial.
Antes del comunicado de la Cancillería, el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, dijo a Radio América en Tegucigalpa que equipos de alto nivel de su Gobierno “trabajan coordinadamente a ambos lados de la frontera” entre México y Estados Unidos a favor de los migrantes.
“Lo que ha trascendido en las noticias es que un grupo de migrantes que iban en estas caravanas han intentado pasar a la frontera, el muro, la valla que existe allí, y algunos de ellos pasaron al otro lado”, subrayó Hernández, quien agregó que tiene entendido que “hay arrestos” y que “está por confirmar” si Estados Unidos dará un “trámite diferente” al habitual, “que es un procedimiento aparentemente por la vía criminal y no necesariamente en el ambiente de la legislación migratoria”.
En su opinión, en Estados Unidos se estaría dando “un cambio drástico en el manejo de estas situaciones”.
Un grupo de migrantes de la caravana de centroamericanos avanzó el domingo hacia el puesto de San Ysidro (Estados Unidos), entre San Diego y Tijuana (México), e intentó cruzar la frontera por otros puntos, donde la policía fronteriza estadounidense les lanzó gas lacrimógeno.
Centenares de migrantes rompieron un cerco de la Policía Federal mexicana con la intención de llegar a la garita de El Chaparral, en la frontera de la mexicana Tijuana con San Ysidro (Estados Unidos).