Las cifras hablan por si solas sobre el gran volumen de capturas de inmigrantes en la frontera sur a manos de la Patrulla Fronteriza.
La Patrulla Fronteriza (CBP) informó hoy de la detención de 186 inmigrantes indocumentados que, en la última semana, trataron de entrar al país por la frontera texana con México, pese a la presión migratoria impuesta por el Gobierno.
Las autoridades aseguraron que la región del Valle de Río Grande (Texas) continúa siendo el área con mayor tráfico de cruces irregulares, en especial en el caso de familias que viajan con menores.
Así pues, a comienzos de esta semana los agentes de la CBP encontraron en la localidad texana de Weslaco, cercana al puerto de entrada de Hidalgo, a dos grupos de 42 y 44 migrantes, respectivamente, entre los que había varios niños procedentes de Guatemala y Honduras.
Además, los departamentos de policía local del área de McAllen (Texas) realizaron varios operativos en los que descubrieron dos casas escondites con un total de 24 personas dentro que esperaban a ser trasladas a otros puntos del país.
La CBP no confirmó si los traficantes de personas fueron detenidos ni el estado en el que se encontraban los inmigrantes que provenían de México, Honduras, Guatemala y El Salvador.
Junto a estos movimientos, los agentes descubrieron en los registros rutinarios en las aduanas fronterizas, a 27 personas escondidas en la parte trasera de dos camiones.
Las medidas de “tolerancia cero” aplicadas por la administración del presidente Donald Trump, con la imposición de cargos penales a todos los inmigrantes indocumentados capturados en la frontera, han ido acompañadas por un incremento de la actividad policial en los estados que conviven con México.
En este sentido, el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) anunció un operativo en el área de Houston (Texas), que tuvo una duración de cinco días y durante el cual se produjo la detención de al menos 45 “criminales” que se habían fugado de procedimientos migratorios anteriores.
En el comunicado, el ICE explicó que varios tenían condenas previas por “delitos graves o violentos” como violación, explotación infantil, robo, tráfico de drogas y asalto.