WASHINGTON.- El Gobierno defendió que el Estatus de Protección Temporal (TPS) siempre tuvo una naturaleza, como su nombre indica, temporal, un día después de anunciar el fin de ese programa migratorio para Nicaragua y la extensión durante seis meses para Honduras.
“Su nombre explica mucho de esto. Estatus de Protección Temporal. Esto fue puesto en marcha hace unos 20 años como resultado de algunos incidentes naturales que tuvieron lugar en Nicaragua, Honduras y otros lugares”, indicó la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, en una rueda de prensa.
“Inundaciones -continuó-, huracanes, ese tipo de cosas. Por eso creo que el Gobierno analizó la situación allí en el terreno y concluyó que ya no es inseguro en ese sentido. Y que se debe permitir a la gente que vuelva a casa”, agregó.
La portavoz hizo este comentario tras ser preguntada por el papel que tuvo el Departamento de Estado en esta decisión.
“Es un rol interagencial. El Departamento de Estado, otras agencias, todos trabajan juntos, pero esto es en gran medida un programa del Departamento de Seguridad Nacional”, explicó Nauert.
El Gobierno anunció el lunes la extensión durante seis meses del TPS para Honduras y el fin del programa para Nicaragua, por lo que 5.349 inmigrantes de ese país centroamericano perderán sus permisos para vivir y trabajar en suelo estadounidense.
El TPS para Honduras, del que se benefician 86.163 personas, quedó provisionalmente extendido hasta el 5 de julio de 2018, fecha en la que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) deberá pronunciarse de nuevo sobre su futuro.
El de Nicaragua, por su lado, verá su fin el 5 de enero de 2019, con un retraso de un año respecto a la fecha inicialmente prevista para así “permitir una transición ordenada” de sus beneficiarios para que puedan solicitar “un estatus alternativo” o para que “preparen su regreso y reintegración” a su país, según explicó ayer el DHS en una nota.
El Gobierno no anunció decisión alguna sobre los TPS para Haití y El Salvador, que también expiran en las próximas semanas y de los que se benefician 58.706 y 263.282 inmigrantes, respectivamente.
El TPS es un programa migratorio creado en 1990 con el que Estados Unidos concede permisos de forma extraordinaria a los nacionales de países afectados por conflictos bélicos o desastres naturales.
En los últimos años, los beneficiarios del TPS han visto cómo su permiso se renovaba de manera automática por periodos de 18 meses, pero el Gobierno de Donald Trump decidió reevaluar las condiciones que justificaron la concesión del programa.
En el caso de Honduras y Nicaragua, EE.UU. concedió el TPS en 1998 tras el paso del devastador huracán Mitch por Centroamérica. El Salvador lo recibió en 2001 producto de una serie de sismos y Haití en 2010 por su catastrófico terremoto.