LOS ÁNGELES, CA.- La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB, por su sigla en inglés) insta hoy a sus fieles a participar en una jornada nacional de llamadas al Congreso para demandar una solución legislativa para los “soñadores”.
La iniciativa nacional fue lanzada por la Arquidiócesis de los Ángeles, la más grande del país, con más de cinco millones de fieles, que cuenta con el apoyo de todas las diócesis y arquidiócesis del país.
“La Iglesia ve el tema antes que nada como un asunto de dignidad humana”, declaró en entrevista con Efe Isaac Cuevas, director asociado de la Oficina de Asuntos de Inmigración de la Arquidiócesis angelina.
Al destacar que no se trata de un asunto político, sino de poner en práctica la doctrina social católica, el líder religioso del sur de California pidió que se mire a los jóvenes indocumentados como personas humanas que “no tienen otro lugar adonde ir”.
También señaló que la Iglesia Católica respeta “el derecho que cada país tiene de proteger sus fronteras”, pero igualmente las personas tienen derecho de buscar mejores oportunidades.
“Lo más importante es que la Iglesia Católica -como el resto del país- se ha dado cuenta de que la leyes de inmigración están fallando y tenemos que poner esa presión a nuestros legisladores”.
Cuevas invitó a todos los interesados en participar a que llamen al teléfono 855 589 5698, desde donde podrán comunicarse con los legisladores.
Igualmente, contó que la semana pasada tuvo la oportunidad de reunirse con los sacerdotes hispanos de la Arquidiócesis de L.A. -que incluye tres estados del país- y encontró “un gran apoyo en ellos para esta iniciativa”.
La Arquidiócesis de Los Ángeles participó activamente en la iniciativa de USCCB, que generó un aluvión de llamadas a los congresistas este lunes para pedirles que “protejan a los dreamers”, según aseguró Cuevas.
Esta misma instancia envió hoy a Efe una declaración sobre la postura del arzobispo de Los Ángeles, el mexicano José Horacio Gómez, en relación con los “soñadores”.
“El arzobispo Gómez continúa urgiendo a los miembros del congreso para que trabajen en una solución bipartidista que ofrezca un camino a la ciudadanía para los Soñadores, como el primer paso para abordar los temas más amplios surgidos de nuestro sistema de inmigración, que no funciona”, consigna el texto.
En todas las parroquias del país, el domingo se hizo la invitación a los asistentes para que llamen al congreso al teléfono suministrado y elijan la opción 1 para comunicarse con sus senadores, así como la 2 para hablar con sus representantes a la Cámara”.
“Es muy importante apoyar a nuestros hermanos inmigrantes”, recalcó por su parte el sábado, en la misa de la tarde, el sacerdote Brian McMaster, párroco del Centro Católico St. Mary en College Station, Texas.
La petición del párroco, dirigida en español al público, caló profundo entre los asistentes, la mayoría trabajadores de la industria agrícola en esa área del sur de Texas.
En su experiencia trabajando con jóvenes inmigrantes hispanos, McMaster siempre ha visto “su gran calidad de corazón y su enorme capacidad de servicio a los demás”.
“Sin duda voy a llamar y pedir por los ‘dreamers'”, dijo a Efe Antonio Rodríguez, un trabajador técnico agrícola de un “rancho” del sector de Bryan, cerca de College Station.
Muchos de estos trabajadores tienen hijos que aplicaron al programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) y ahora están en riesgo de perder esa protección, o ya la perdieron y no pudieron renovarla.
Ianai Molina, una “soñadora” que fue traída al país por sus padres con un año de edad, teme que deba abandonar el país, a pesar de tener una hija estadounidense.
“Este es mi país, no conozco otro”, manifestó la joven a Efe.
No obstante, hoy la Corte Suprema de Justicia rechazó una petición del gobierno para estudiar aceleradamente un fallo judicial que ante una demanda contra la terminación de DACA ordenó al gobierno continuar renovando los permisos a quienes ya tienen el beneficio.
Cuevas contó que la semana pasada tuvo la oportunidad de reunirse con los sacerdotes hispanos de la arquidiócesis de L.A. -que incluye tres estados del país- y encontró “un gran apoyo en ellos para esta iniciativa”.
Este lunes, desde metrópolis como Los Ángeles o Nueva York e incluso desde pequeños pueblos, muchos católicos del país están llamando a los congresistas para pedirles que tomen una decisión sobre los soñadores.
“No se trata de un asunto político”, recalcó Cuevas. “Les pedimos que dejen el partidismo y se unan para encontrar una solución”.