MIAMI, FL.- La primera causa de deportaciones por medio del polémico programa Comunidades Seguras son las faltas de tránsito, según un estudio publicado hoy por el centro de análisis Transactional Records Access Clearinghouse (TRAC), que indica que la cifra de expulsiones se ha estabilizado.
El centro, que pertenece a la Universidad de Siracusa, en Nueva York, apunta que la causa de deportación que más ha crecido desde que el presidente Donald Trump llegó a la Casa Blanca y restauró Comunidades Seguras son las faltas al volante, y que ninguno de los diez principales motivos de mayor aumento incluyen delitos considerados graves.
De este modo, de enero a octubre de 2017, las deportaciones por faltas de tráfico, sin incluir violaciones por exceso de alcohol, aumentaron de 1.323 a 2.364, un incremento del 138 %, en una lista que incluye desorden público (con una subida del 118 %), posesión de drogas (98 %) o prostitución (130 %).
Entre las penas más graves aparecen conducir bajo los efectos del alcohol (5.652 casos), entrada ilegal al país (2.881) o tráfico de drogas (2.192), entre otros motivos de deportación por medio de este programa que permite que las autoridades locales compartan con el Gobierno federal las huellas digitales de los indocumentados en cárceles locales y condales, con el fin de deportarlos.
El número de deportados durante el mandato de Trump, indica el reporte, es menor que bajo el programa Comunidades Seguras durante el Gobierno del expresidente Barack Obama.
Aunque en el inicio de la actual legislatura las deportaciones aumentaron notablemente en todo el país, el estudio, que analiza datos hasta octubre de 2017, demuestra una estabilización y cifra en 6.200 el número de expulsados al mes por el polémico programa, que representa cerca de una cuarta parte del total de expulsiones.
Esta cantidad es inferior a la etapa en el que Obama mantuvo Comunidades Seguras, aunque es superior al periodo en el que el expresidente demócrata decidió dar prioridad a la repatriación de autores de crímenes graves y reemplazó Comunidades Seguras por Priority Enforcement Program (PEP) en noviembre de 2014.
Pero pocos días después de llegar al poder, Trump retomó este controvertido programa dentro de su campaña para reforzar las medidas migratorias y concentrarse desde entonces no solo en los criminales sino en “cualquier persona presente en Estados Unidos sin papeles”, señala TRAC.