WASHINGTON.- El Gobierno de Estados Unidos anunció la extensión durante otros 18 meses del Estatus de Protección Temporal (TPS) para Siria, que ampara a unos 6.900 inmigrantes, debido a la “persistencia” del conflicto armado en ese país.
De este modo, el TPS para Siria queda extendido hasta el 30 de septiembre de 2019, según un comunicado del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), encargado de la decisión.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, “determinó que la persistencia del conflicto armado y las condiciones extraordinarias que justificaron la designación de Siria para un TPS siguen existiendo”.
Nielsen, debía anunciar su decisión sobre el futuro del TPS para Siria porque el permiso expiraba el próximo 31 de marzo y, por ley, el Gobierno debe comunicar cualquier cambio migratorio con una antelación de 60 días.
El TPS es un programa migratorio creado en 1990 con el que Estados Unidos concede permisos de forma extraordinaria a los nacionales de países afectados por conflictos bélicos o desastres naturales.
Durante décadas, Estados Unidos renovó de manera automática por periodos de 18 meses el TPS, pero el Gobierno de Trump decidió reevaluar las condiciones que justificaron la concesión del programa país por país.
En los últimos meses, Trump ha decidido poner fin a los TPS para El Salvador, Haití y Nicaragua, de los que se beneficiaban cerca de 325.000 inmigrantes, a los que el Gobierno ha dado margen hasta 2019 para que salgan del país.
Por otro lado, Trump sí consideró pertinente extender el TPS para Honduras, al que se acogen unos 86.000 inmigrantes, durante seis meses, hasta el 5 de julio de 2018, cuando volverá a revisar su vigencia.
Estados Unidos concedió el TPS a Siria en marzo de 2012, un año después del estallido del conflicto armado interno y antes de la irrupción del Estado Islámico (EI).
Cuando el Gobierno de Barack Obama extendió por última vez el TPS para Siria en 2016 justificó que “exigir el retorno de esos nacionales a su país de origen supondría una grave amenaza para su seguridad personal”.
Trump ha mantenido una política hostil hacia los inmigrantes sirios desde que durante la campaña electoral de 2016 dijo que algunos podrían ser en realidad terroristas.
Cuando llegó al poder, Trump quiso prohibir permanentemente la entrada a EE.UU. de refugiados sirios con su veto migratorio, que bloquearon los tribunales.