Tucson, AZ.- La inmigración mexicana a Estados unidos está cambiando y ahora hay más migrantes con educación universitaria y estatus legal en el país, aunque siguen enfrentando barreras que les obliga a trabajar en empleos en los que no se requiere tanta formación, según un estudio publicado este jueves.
De acuerdo al reporte “Un Espejo de la Nación. Cambios en el Perfil de los Inmigrantes Mexicanos en Texas”, presentado por el Instituto de Política Migratoria (MPI), la población de mexicanos con estudios universitarios en EE.UU. aumentó de 269.000 en el año 2000 a 678.000 en 2017.
Y un cuarto de estos inmigrantes viven en Texas, atraídos por un estado donde el 39,4 % de su población es de origen hispano, en su inmensa mayoría mexicanos.
Como resultado de este cambio en la inmigración, los mexicanos ocupan el cuarto lugar en la nación con el mayor número de migrantes con estudios universitarios en el país.
Ariel G. Ruiz, analista con MPI, dijo que poco más del 70 % de los inmigrantes mexicanos con estudios universitarios a nivel nacional cuentan con un estatus legal en Estados Unidos.
De estos, un 45 % se hicieron ciudadanos, otro 21 % tiene permiso de residencia permanente (“green card” o tarjeta verde, en español) y un 5 % cuenta con visas temporales.
Solo el 30 % son indocumentados, pero dentro de esta categoría se encuentran jóvenes inmigrantes que llegaron al país siendo niños y que están amparados bajo el programa de Acción Diferida (DACA), que les da permiso temporal de residencia y trabajo.
Las cifras en Texas son muy similares a las nacionales, donde un 73 % de los inmigrantes mexicanos con estudios mexicanos cuentan con un estatus legal, mientras que un 27 % son indocumentados.
El análisis, que se basa en la información más reciente de la Oficina del Censo, indica que entre 1996 y el año 2000 solamente el 7 % de los mexicanos que llegaban a Texas tenían un diploma universitario, mientras que esta cifra se incrementó a un 18 % entre 2013 y 2017.
El informe explica que entre los factores que han llevado a este cambio está que los estudiantes de México ahora tienen tres veces más probabilidades de ir a la universidad que hace 20 o 25 años.
A ello hay que agregarle que cada vez más mexicanos aprovechan la posibilidad de obtener visas de trabajo para trabajadores especializados en Estados Unidos, las cuales aumentaron notablemente después de 2010, como parte del Tratado de Libre Comercio (TLCAN o NAFTA, en inglés).
Otro factor es la violencia del crimen organizado en México, que ha provocado que más profesionales busquen emigrar a Estados Unidos.
Luisa M. Del Rosal, directora ejecutiva del Centro México-Texas, de la Universidad Metodista del Sur, dijo que una vez que los mexicanos con estudios universitarios llegan a Estados Unidos enfrentan varios retos que llevan a una “pérdida de cerebros”.
A pesar de contar con estudios superiores, estos mexicanos deben trabajar en empleos que requieren de poca educación como son la construcción, en restaurantes o de taxistas.
Esto se debe a la falta del dominio del inglés, la ausencia de una red de apoyo que los permita entrar en ese tipo de trabajos y, sobre todo, un sistema que les permita obtener certificaciones de sus estudios profesionales hechos en México para poder ejercer sus carreras en el país.