WASHINGTON.- Estados Unidos rindió hoy homenaje a 30 inmigrantes de 22 nacionalidades, que recibieron la ciudadanía estadounidense en un acto patriótico, repleto de banderas y marcado por el reconocimiento a la “diversidad” como un elemento que hace más fuerte al país.
Este fue el primer acto en el que los inmigrantes vieron un vídeo en el que el presidente, Donald Trump, les daba la bienvenida al país.
Ese vídeo es una tradición de las ceremonias de naturalización, que durante los últimos años del Gobierno del presidente Barack Obama (2009-2017) se convirtieron en eventos sociales y políticos, a los que acudían algunos de los dirigentes del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), encargado de la política migratoria.
En esta ocasión, estuvo presente la secretaria en funciones del DHS, Elaine Duke, quien dio la bienvenida a los inmigrantes en su primer día como ciudadanos de EE.UU.
En su intervención, Duke reconoció que el mundo está inmerso en un “tiempo de división”, pero consideró que la “diversidad” de personas con diferentes orígenes e ideas hace a Estados Unidos “una nación más fuerte”.
“Desafiarnos los unos a los otros intelectualmente. Defender nuestras ideas y aprender de nuestros vecinos es vital”, señaló.
Para obtener la naturalización, los 30 inmigrantes tenían que haber sido, durante un determinado periodo de tiempo, residentes permanentes o haber estado en posesión de la “green card” (tarjeta verde) que otorga derecho a trabajar y residir en el país.
Además, tuvieron que completar diferentes trámites, como hacer una entrevista con un agente migratorio, demostrar sus habilidades para leer, escribir, hablar y entender inglés, así como superar un examen sobre los principales conceptos de la Historia y la forma de Gobierno de Estados Unidos.
Los 30 nuevos ciudadanos tendrán derecho a portar un pasaporte de EE.UU., votar y ser votados en las elecciones y, además, se les abrirán las puertas para obtener asistencia financiera de diversos tipos, como becas para estudiantes.