WASHINGTON.- Estados Unidos advirtió a sus ciudadanos que no visiten Cuba y ordenó a más de la mitad de sus funcionarios a que dejen la isla, dijeron el viernes altos funcionarios de Estados Unidos como parte de una respuesta a lo que describieron como “ataques específicos” contra diplomáticos.
La decisión es un golpe a los ya frágiles lazos entre Estados Unidos y Cuba, enemigos de mucho tiempo que sólo recientemente han dejado atrás sus hostilidades. La embajada en La Habana perderá aproximadamente 60% de sus empleados y dejará de emitir visas por tiempo indeterminado, dijeron los funcionarios estadounidenses.
Estados Unidos indicará en una advertencia de viaje que se emitirá en las próximas horas que algunos de los ataques han ocurrido en hoteles cubanos y, que aunque no se sabe de turistas estadounidenses afectados, podrían correr peligro si viajan a Cuba.
Por ahora, Estados Unidos no exige que diplomáticos cubanos salgan de Washington, otra medida que ha considerado el gobierno, informaron los funcionarios. Varios legisladores estadounidenses han pedido al gobierno que expulse a diplomáticos cubanos. En mayo, Washington pidió a dos que se fueran, pero aclaró que era como protesta porque La Habana no protegía a sus diplomáticos en su tierra, no una inculpación.
Casi un año después de que los diplomáticos describieran problemas de salud, los investigadores estadounidenses seguían sin saber quién estaba tras los ataques, que afectaron al menos a 21 diplomáticos y sus familiares. Aunque el Departamento de Estado los calificó de “incidentes”, el viernes los funcionarios de Estados Unidos ya determinaron que fueron “ataques específicos”.
Para consternación de los investigadores, los síntomas de los ataques varían ampliamente de persona a persona. Además de pérdida auditiva y contusión cerebral, algunos experimentaron náuseas, dolores de cabeza y zumbido en el oído, y AP ha reportado que algunos ahora sufren para concentrarse y recordar palabras comunes.
El secretario de Estado, Rex Tillerson tomó la decisión durante la noche de reducir al personal de la embajada mientras viajaba a China, dijeron los funcionarios, después de considerar cerrar por completo la embajada. El presidente Donald Trump revisó las opciones con Tillerson a principios de la semana. Los funcionarios no estaban autorizados a hacer declaraciones públicamente por lo que hablaron bajo condición de anonimato.