TUCSON, AZ.- Desde que el presidente Donad Trump asumió su cargo en enero del pasado año, se han documentado al menos 800 denuncias de abusos motivados por el odio o por el prejuicio en 34 cárceles y centros de detenciones para inmigrantes en el país, de acuerdo con un reporte publicado hoy.
El documento “Perseguidos en detención de inmigrantes en los EE.UU, un informe nacional sobre el abuso motivado por el odio”, el primero en su tipo en documentar el abuso que sufren los inmigrantes a manos de oficiales de Inmigración y custodios, se ha basado en quejas de personas provenientes de por lo menos 62 países, que hablan 22 lenguajes diferentes.
El documento ha sido publicado por el grupo Libertad para los Inmigrantes, antes conocido como CIVIC, una organización sin fines de lucro con base en Los Ángeles, California, que supervisa las cárceles y centros de detención, documentando abusos desde el 2012.
La mayoría de las quejas, un 71 %, provienen de hombres, mientras que el otro 24 % fue de mujeres. El resto es de inmigrantes clasificados como transgéneros.
Algunos de los casos documentados incluyen el de un oficial que llamó a un inmigrante “perro ” en la cárcel de Theo Lacy, en el Condado de Orange, en California.
En otros, un inmigrante fue llamado “chango” (mono) antes de ser enviado a una celda en confinamiento solitario en el sur de Texas.
Otras agresiones documentadas incluyen frases como “cállate, no mereces nada, tú perteneces a esa jaula”, “vete al espejo para ver a King Kong”, “nadie va a creer las quejas de un mandril”.
“Estamos dando a conocer este reporte en un momento crítico en la historia de nuestra nación, cuando padres y niños están siendo enviados a prisiones de inmigración como nunca antes”, dijo Christina Fialho, co fundadora y directora ejecutiva de Libertad para los Inmigrantes, en un comunicado de prensa.
“Mientras que el gobierno de Trump está buscando expandir el sistema de detención migratorio con 15.000 nuevas celdas para madres, padres y sus hijos, el abuso motivado por el odio está floreciendo con impunidad”, sostuvo la activista.
El reporte resalta que muchas veces este tipo de agresiones verbales es acompañado con abuso físico, acoso sexual y la negación de recursos vitales.