Inmigración

Devotos de la Virgen de Guadalupe luchan por mantener el altar de la “morenita”

La comunidad mexicana en Passaic, Nueva Jersey, lucha por mantener un altar a la Virgen de Guadalupe, patrona de su país, a la que por más de una década han pedido y agradecido favores, así como otros devotos que llegan desde otros estados. Foto EFE/Archivo

NUEVA YORK.- La comunidad mexicana en Passaic, Nueva Jersey, lucha por mantener un altar a la Virgen de Guadalupe, patrona de su país, a la que por más de una década han pedido y agradecido favores, así como otros devotos que llegan desde otros estados.

El gigantesco mural, que capta el momento en que la Guadalupana se apareció al indio Juan Diego en el cerro Tepeyac en 1531, y junto a ellos las banderas de EE.UU. y México, como símbolo de la histórica emigración entre las naciones, podría desaparecer en los próximos días.

El nuevo alcalde, Héctor Lora, de origen dominicano, les dio hasta el próximo 15 de agosto para eliminar de allí el altar, y los devotos de la también llamada Virgen Morena no descartan recurrir a un tribunal.

La comunidad evaluará las alternativas durante una reunión que sostendrán el próximo sábado, convocada por la Mayordomía Guadalupana, creada en 2012 para cuidar del mural donde se ha erigido un altar, dijo a Efe el poblano René Barrera, asesor de la organización.

Mientras que Lora insiste en que no está permitido usar espacios públicos para uso religioso y que el altar a la Virgen se hizo sin permisos, la comunidad mexicana, aferrada a su fervor a la Guadalupe, señala que es una decisión personal del alcalde porque no es católico.

La Basílica de Santa María de Guadalupe en Ciudad de México, es visitada por miles de creyentes de todo el mundo durante el año. Foto Cortesía

Indican además que nunca tuvieron problemas con las pasadas dos administraciones.

“Los murales son representativos de nuestra comunidad. El altar no es visitado sólo por mexicanos, vienen cubanos, puertorriqueños, ecuatorianos y hasta polacos que son católicos, desde Connecticut y Pensilvania”, dijo Barrera, que emigró hace 20 años a esta ciudad.

Agregó que los comerciantes de Passaic, con una de las comunidades más grandes de emigrantes de Puebla, están en contra de la decisión de Lora porque los visitantes devotos de la Virgen auspician los restaurantes locales “y eso crea recursos para la ciudad y los comerciantes”.

“No veo ninguna razón por la que el alcalde quiera imponer su decisión personal porque no he visto ningún escrito de los concejales diciendo que se retire el altar”, agregó.

Dijo además que en la reunión que sostuvieron el martes con Lora, a la que también asistieron los jefes de Bomberos y Policía de la ciudad, defendieron la permanencia del altar y le mostraron evidencia del uso del dinero que reciben de donaciones de los devotos de la virgen.

“Está todo documentado. Ahí hay una persona (encargada de los fondos) que es campesino pero muy honesto. No tenemos problemas porque hay transparencia. Estamos actuando dentro del marco de la ley”, argumentó.

“Nos dio hasta el 15 de agosto para buscar una solución. Tenemos varias alternativas pero tenemos que recurrir a las comunidades, no sólo la mexicana, y buscar cuál es la más correcta. Es un asunto religioso que requiere que se trate con mucho cuidado y responsabilidad”, indicó.

Barrera hizo hincapié en que la comunidad no quiere confrontaciones e hizo un llamado al alcalde para que detenga sus comentarios en Facebook donde dijo busca responsables (por la controversia) “y eso no aporta ninguna solución”.

Lora recurrió precisamente en la noche del miércoles a su página en la red social para dirigir un mensaje “a las comunidades de la fe católica y la comunidades mexicanas” y asegurar que quiere “terminar con la polémica, división y la desinformación” en torno al altar.

“Esto no es sobre la religión. Es sobre lo que se permite en la propiedad pública. Deseo resolver esto de una manera apropiada y respetuosa”, aseguró.

Lora usó el espacio para informar a los residentes de Passaic que de acuerdo con el Estado, el lugar donde está el altar, entre dos calles, “no puede ser ocupado por este santuario y sólo puede ser vendido a la ciudad si lo usa como acera o como pasillo público”.

“Resolvamos este problema juntos como una comunidad antes de que el Estado tenga que resolver el problema”, argumentó y recordó que el santuario no cuenta con el apoyo de la Diócesis de Paterson, a la que pertenece Passaic.

Passaic cuenta con cerca de 70.000 residentes y el 70 por ciento son latinos, según datos del Censo.

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