Houston, TX.- Una coalición de organizaciones cívicas y comunitarias lanzaron en Houston una guía para mejorar la asistencia y respuesta a los inmigrantes que quedan en condición de vulnerabilidad en casos de desastres y emergencias, como quedó patente tras el paso del huracán Harvey en 2017 en Texas.
El reporte Plan de Acción Humanitaria, difundido por el grupo Houston Immigration Legal Services Collaborative (HILSC), el viernes 22, agrupa más de 30 sugerencias para que sean tomadas en cuenta por los diferentes sectores del gobierno, desde el municipal hasta el federal.
Para Marianela Acuña Arreaza, directora ejecutiva del Centro de trabajadores Fe y Justicia, una de las organizaciones participantes en el proyecto, las recomendaciones en el plan de acción servirán para que las autoridades responsables brinden prioridad a las necesidades básicas de la población inmigrante.
“La experiencia nos ha enseñado que, durante un desastre natural, como ocurrió durante el huracán Harvey, el impacto para ellos (los inmigrantes) se duplica”, explicó Acuña a Efe.
Ese efecto doble al que se refiere Acuña responde al percance que dice han experimentado muchos inmigrantes que, después de haber sufrido pérdidas materiales por las inundaciones, tienen que enfrentar la falta de recursos disponibles para ese sector de la población.
“Además, son blanco fácil de fraudes por falta de pagos salariales durante la reconstrucción del desastre o emergencia o se lastiman en el trabajo y dejan de percibir sueldo y servicio médico”, enfatizó Acuña.
Precisamente, el Plan de Acción Humanitaria propone a los gobiernos municipal y estatal que busque mejores métodos para proteger la salud e integridad de los obreros encargados de la reconstrucción de los lugares afectados por un desastre, algunos de ellos inmigrantes.
Otro punto significativo del informe es la propuesta del cese inmediato de operativos migratorios por parte del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, en inglés) a 200 millas a la redonda del epicentro de la zona de desastre.
“Cuando el gobierno declara Estado de Emergencia, suspende las operaciones regulares para adquirir control de la crisis. Los operativos migratorios deben interrumpirse también durante el proceso de reconstrucción”, sugiere el documento.
Incluye que las autoridades migratorias no estén presentes en los centros de refugio para damnificados así como tampoco en los centros de acopio de alimentos y vestimenta, porque “la presencia de uniformados genera una densa atmósfera de temor” en la población indocumentada.
También propone a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés) que facilite el proceso de solicitud de la comunidad inmigrante para acceder a los fondos disponibles.
Luego del paso de Harvey por las costas de Texas, donde dejó un saldo de un centenar de muertes directas e indirectas, la frustración se apoderó de la comunidad por la complejidad del proceso para pedir ayuda, así como el alto número de solicitudes denegadas, dice el plan de acción.
El informe, que según HILSC tomó más de un año, agrega que eso sucedió con muchos indocumentados con niños ciudadanos estadounidenses, a quienes en un principio se les dijo que “no eran aptos”, pero luego, con la ayuda de abogados, apelaron la decisión y accedieron a esos fondos.
Según HILSC, la región que comprende la zona de Houston y alrededores cuenta con una población extranjera de 1,6 millones, lo que equivale al 23 % de su población total. De ese total, el 33 % (506.000) son indocumentados.