ATLANTA (GA).- Una corte federal de apelaciones falló el martes que el gobierno de Estados Unidos ordenó indebidamente la deportación de un ex rebelde nicaragüense, quien había vivido por más de tres décadas en el país.
Roger Ricardo Alfaro, un contra entrenado por Estados Unidos que peleó para derrocar gobierno sandinista de izquierda de Nicaragua en la década de 1980, llegó al país norteamericano y fue admitido con una visa de turista en 1981. Un año después logró cambiar su estatus a residente legal permanente.
Vivía en el sur del estado de Florida en diciembre de 2013 cuando recibió una notificación del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) que decía que era sujeto para ser deportado debido a que cometió dos o más crímenes que involucraron vileza moral. Cuando impugnó la orden de deportación, el ICE agregó otro cargo, argumentando que él había mentido premeditadamente en su solicitud de 1982 para cambiar su estatus migratorio, esto de acuerdo con la opinión de la Corte Federal de Apelaciones del 11mo Circuito.
El gobierno dijo que Alfaro mintió cuando contestó “no” a la pregunta en la solicitud que decía si había sido arrestado, sentenciado o “confinado en prisión”, según la opinión.
En algún momento de 1980 durante la Revolución Sandinista, Alfaro estuvo detenido en un tráiler en la selva junto con sus compañeros rebeldes.
Un juez de inmigración dijo que estar confinado en un tráiler significa que Alfaro sí estuvo detenido, por lo que mintió cuando respondió “no” en la solicitud. Alfaro apeló a la Junta de Apelaciones de Inmigración, que forma parte del Departamento de Justicia, y la junta también concluyó que había estado detenido en una prisión y ordenó su deportación.
Roger Ricardo Alfaro fue deportado en enero de 2015. Apeló la decisión de la junta en el 11mo Circuito.
La corte federal de apelaciones encontró que la junta cometió un error, dijo que “desde una cuestión jurídica, un tráiler en la selva controlado por rebeldes no es lo mismo que estar en prisión”.
La profesora de leyes en la Escuela de Derecho de la Universidad de Miami, Rebecca Sharpless, quién fue designada por el 11mo Circuito para representar a Alfaro, dijo que no podía creer el error que se había cometido.