LOS ÁNGELES, CA.- Unos trescientos manifestantes recibieron hoy en Los Ángeles al fiscal general, Jeff Sessions, con una sonora protesta que se saldó con la detención de 23 personas y en la que le mostraron su rechazo a la política de separación de familias en la frontera y el encarcelamiento de indocumentados.
Los portavoces de la docena de organizaciones convocantes de la protesta calificaron de “racista” la política migratoria de la Administración Trump y denunciaron la “violación de los derechos de los inmigrantes”.
“Sin ningún precedente, este fiscal se ha encargado de criminalizar lo que antes se veía como una falta que no ameritaba castigos federales”, aseguró a Efe Jorge Mario Cabrera, portavoz de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA).
A pesar de la presencia de los manifestantes, Sessions entró al edificio de la corte federal en Los Ángeles antes de que los manifestantes bloquearan la calle y se pudo reunir con miembros de la Fiscalía tal y como tenía previsto.
El fiscal tiene además programado ofrecer un discurso durante el almuerzo anual de la Fundación Legal de Justicia Criminal en un hotel de la ciudad, a donde se espera que pueda asistir sin inconvenientes.
La de Los Ángeles es una de las numerosas protestas que se realizan estos días a lo largo de todo el país para mostrar al Gobierno y el Departamento de Justicia, que encabeza Sessions, su rechazo a las actuales políticas en materia migratoria.
“Debido al nuevo enfoque de esta administración y bajo el liderazgo del fiscal Sessions estamos viendo un incremento espantoso de separaciones familiares por el simple hecho de que ahora cruzar la frontera sin un documento es un crimen penado. Eso, la verdad, tiene que parar”, reclamó Cabrera.
Bajo el lema “Las familias pertenecen a nuestras comunidades” los manifestantes destacaron la actual “crisis moral” que vive el país, declaró a Efe Teresa Borden, portavoz de Clérigos y Laicos Unidos por la Justicia Económica (CLUE).
“Como grupo de clérigos y laicos estamos reaccionando y estamos protestando para dejar saber que en este país hay gente moral, hay gente dispuesta a actuar de acuerdo con sus principios de fe que incluyen dar una bienvenida al extranjero”, aseguró Borden.
Luego de finalizar la manifestación, clérigos y laicos bloquearon la avenida y la entrada al edificio federal en un acto de desobediencia civil que concluyó con la detención de 23 manifestantes, que posteriormente fueron puestos en libertad bajo fianza.
La política de “cero tolerancia” con los indocumentados que anunció en abril pasado el Gobierno federal llevó al arresto de miles indocumentados que tratan de cruzar ilegalmente la frontera y los que viajaban con menores de edad fueron separados de ellos.
Aunque la política fue modificada la pasada semana Trump ante la avalancha de críticas que supuso la separación de más de 2.300 menores de sus familias, el rechazo de las organizaciones que defienden a los indocumentados se mantiene y piden que quienes arriban sin permiso al país no sean detenidos.
“Soy indocumentada, sin miedo y estoy aquí para quedarme”, afirmó en la protesta Melody Kinglenfuss, líder de la Red de Sueño de California (CDN), que agrupa beneficiarios de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA).
Kinglenfuss arengó a los cerca de 300 participantes para que le manifiesten al fiscal general que no quieren los niños estén detenidos en “jaulas”.
Entre cada una de las participaciones los manifestantes cantaban arengas como “Somos humanos” y “No en jaulas, niños en sus casas”.
José Montes, representante de Children Over Politics, aseguró que seguirán luchando contra las políticas de Sessions y el Gobierno de EE.UU. y calificó los centros de detención en los que son recluidos los indocumentados como “centros de concentración”.